SI NO LO DIGO REVIENTO 23-09-2017
Hasta hoy
cumplí mi promesa de no mencionarlos, sabiendo que ellos desde el minuto cero
rompieron la suya de continuar siendo los mismos conmigo.
Ahora
vuelven la cara a mi paso, por eso no me han dejado otro camino que hacerme oír
desde aquí. Así no podrán volver a decir que digo lo que no digo, porque lo escrito siempre queda como prueba de la verdad. Los falsos testimonios seguirán siendo un grave pecado del que nunca
necesité confesión.
Cuando alguien
te hace daño gratuito en los peores momentos, cuando das sincera y pausadamente
tus razones pidiendo las suyas, y jamás te las dan; no sabes qué solución poner
porque no te dicen la causa y hasta dónde eres culpable de vete a saber qué. Ya
no me importan esas razones que inventadas o reales pudieran tener.
Cuando creías
que tu mundo era el suyo, cuando luchas porque no se salgan con la suya de
hacerte daño y de pronto te das cuenta que el mundo no gira alrededor de cuatro
o cinco ínfimos satélites, si no que el mundo gira sobre sí mismo y tú con él; de
pronto la venda se te cae.
Es duro
hasta que te das cuenta que no te importan sus razones y hasta dudas que las
tengan. Después sólo quieres pasar página, pero tampoco te dejan.
Sé que han
aprovechado cada ocasión para decir a gente de mi entorno verdades a medias para
lavar su imagen ensuciando injustamente la mía; me han hecho sentir que mi vida
a su lado ha sido una equivocación. No les guardo rencor porque los he querido mucho y de todo se
aprende.
Me he
sentido dolida, decepcionada y hasta traicionada… Me han hecho sufrir más de lo
que imaginan… hoy se lo agradezco, porque me hicieron abrir los ojos para darme
cuenta de lo que creí tener y nunca tuve. ¿Te hace daño? ¡¡Mucho!! Hasta que como
dije, se te cae la venda de los ojos y en ese momento te liberas y eres feliz
simplemente porque te lo has ganado a pulso.
No los
tienes a ellos, porque tienes todo lo demás.
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