miércoles, 27 de mayo de 2020

REENCUENTRO EN FASE UNO


REENCUENTRO EN FASE 1   25-05-2020

Durante el confinamiento he compartido con vosotros un montón de sentimientos, vivencias pasadas y presentes o incluso locuras en textos que os habrán hecho sonreír y quizás dejar de pensar un momento en la tragedia que nos rodeaba y nos sigue rodeando, vete a saber por cuanto tiempo.
Pues bien, hoy lunes 25 de mayo, por fin pasamos a fase uno.  Con ello se levantaba un poco el listón de encerramiento y reclusión, que ya pesaba demasiado, aunque la paciencia y la cordura ayudaron a soportar la espera.
El premio ha sido grande, como enorme la recompensa que tuvimos la suerte de recibir por tantos días de espera, al haber intentado de corazón y con cabeza hacer los que se nos indicaba y lo que además los tres dedos de frente exigían.

Por supuesto, cada casa fue un mundo, cuando el mundo entero estaba con el mismo problema. En cada familia hemos vivido y convivo de forma absolutamente distinta. Yo tengo la suerte de escribir mis sentimientos y animo a que todo el mundo lo haga porque es muy gratificante decir lo que se siente, aunque en verdad, la pandemia ha dejado demasiadas sillas vacías, demasiadas lágrimas, miedos, incertidumbre, corazones rotos y vidas truncadas, yo hoy tengo que dar gracias a mi destino que me regaló esta tarde que os escribo llorando por todos aquellos que no lo consiguieron y por los que hoy España guarda un minuto de silencio. Tan insignificante como hermoso. Juntando un minuto de cada uno de nosotros, se hacen millones de minutos de respeto por y para ellos.

72 días sin vernos, más de dos meses, que se dice pronto, bien comunicados esos sí, por videollamadas, fotos o vídeos (bendita tecnología), que nos ayudó a que la separación forzosa fuera menos cruel.
Hoy, con la conciencia tranquila por haber cumplido correctamente las normas de humanidad y las leyes humanas y mentales, con todas las medidas de seguridad recomendadas, llegó por fin el momento de abrir la puerta de nuestra casa para recibir a nuestros amores.
Que Laura venía lo sabíamos. No podíamos mirarnos a los ojos que era lo único descubierto que nos quedaba en la cara, porque el llanto de emoción no nos dejaba vernos, pero sí sentir su presencia, mi ¡por fin estás a mi lado vida mía! Y su ¡Me parece mentira estar aquí junto a vosotros!

Muchas emociones amontonadas. Recorrer juntas la casa que no llegó a ver con las nuevas novedades (¿se podrá decir así? Si el gobierno inventa Nueva normalidad, supongo que se podrán escribir con absoluta tranquilidad perogrulladas semejantes.
Bien, pues eso, viendo y descubriendo las nuevas novedades, que no por vistas en foto, son tan palpables como palparlas.
¿De verdad 76 días sin vernos? (Dejamos de vernos antes del confinamiento) ¡¡Cómo hemos podido!!
De pronto suena el timbre de la puerta con conocida insistencia y pienso que es mi hija Irene que siempre llama así antes de abrir la puerta con su llave cuando sabe que están aquí sus hermanas o sus sobrinas, pero esta vez, quienes corrían inesperadamente a mis brazos eran mis nietas.
Primero Lucía, guardando absolutamente la distancia de dos metros, se apretujaba contra mi pecho sin paraguas bajo el torrente de  lágrimas de una ansiosa abuela que tanto soñó con el encuentro, mientras la pequeña Irene esperaba su turno con impaciente paciencia.
Cuando pudo soltarse de mí Lucía, Irene se me enganchó a la cintura como un koala, lo mismo que siempre hace y pensé que como han crecido tanto durante este tiempo de separación, no tendría fuerzas para subirla así en mis brazos.
Las niñas venían ilusionadas con los dibujos que nos han hecho durante el confinamiento y además traían un montón de globos. Lucía dijo: vamos a jugar con el abuelo, igual que hicimos hace 72 días. Esas palabras sencillas de una niña de 9 años, dan idea de cuantísimo nos han echado de menos.
Sin mirar las mascarillas, como si formaran parte de nuestro adorno personal, pasamos un rato maravilloso.  Nos parecía mentira por fin disfrutarnos, no tocarnos más que en el primer e irrefrenable impulso… ¡Y qué impulso!! Pero disfrutarnos lo más que pudimos.
Fue la mejor sensación que he experimentado en mi vida. Imposible encontrar una palabra que describa a mi corazón a punto de saltar de mí pecho. Ese tener los pies clavados al suelo porque la sorpresa no me dejó moverme hasta que abracé a los 4 recién llegados, y el llanto de los 8 al volver a vernos de nuevo. Víctor no pudo venir, pero ahora ya poquito a poco se va a poder.
No tenemos prisa de vernos en las terrazas, ni de viajar hasta que en verdad no sea completamente seguro para nuestras vidas, y las de nuestros congéneres. Seguimos muy conscientes que si hace dos meses esto era gravísimo, hoy no puede ser tan leve como para hacer vida absolutamente “normal” e irresponsable.
Mis queridas niñas, siempre agradeceré a la vida que seáis lo más importante en ella. Lo que recibo de vosotras es tantísimo,  tan grande y tan importante, que si no existierais no tendría sentido respirar.
Cada persona siente diferente, ni mejor ni peor, pero “sólo quien siente como yo, puede entender lo que siento”. Como dijo Cecilia: “Uno no sabe lo que es felicidad hasta que la siente tan cerca y puede participar de ella”.

Creíamos que lo teníamos todo hasta que una bofetada de realidad en forma de pandemia, nos enseñó que lo importante no es tener cosas materiales que se pueden conseguir con diferentes formas de esfuerzo y pago. Lo importante es sentir el gran amor que te dan de forma gratuita y tan hermosa como lo vivimos el lunes.

Os adoro vidas mías. No puedo explicarlo; sí puedo sentirlo y demostrarlo de la única e intensa forma que sé

domingo, 24 de mayo de 2020

BIENVENIDO AL MUNDO LEO


BIENVENIDO AL MUNDO LEO  11-05-2020

Querido Leo: Soy tu tía abuela Marisa. Me parece que fue ayer cuando tu abuela Mariluz me daba la feliz noticia de que estabas en camino y desde el 11 de Mayo, éste mayo que pilló al mundo con futuro incierto, a nosotros nos da el regalo de tu vida. Ya estás con nosotros; has sido puntual y afortunadamente todo salió perfecto. Tu mami una campeona, y papá ese gran hombre que sostuvo su mano en todo momento, sólo se tenían el uno al otro en esos momentos cuando tan necesario hubiera sido para ellos poder abrazar y apoyarse en el amor y la experiencia de  sus madres que impacientes aguardaban noticias muy lejos de ese paritorio al que llegabas al mundo. Por estas raras circunstancias que nos rodean, ellas no podían estar con sus queridos hijos Alejandra y José, aunque les transmitieron fuerza y todo su inmenso amor para que no se sintieran solos.
Afortunadamente llegaste a sus brazos,  naciste guapísimo, grande, sanito y fuerte como un León.
Sí, buscando el significado de tu nombre, encontré que: “Leo viene de “león” y simboliza la fiereza del animal, el poder y la justicia”.
Así de contundente será tu personalidad, a lo que el texto añade: “Las personas que se llaman Leo son hombres que cuidan mucho su aspecto físico porque les importa mucho la apariencia aunque también el interior. Suelen ser personas que se preocupan mucho por su familia y son muy queridas por su entorno. Son hombres simpáticos, comunicativos y que siempre están dispuestos a ayudar. En el trabajo destacan por ser ordenados y muy metódicos. Además, suelen ser hombres con carreras profesionales muy exitosas. En cuanto a las relaciones sentimentales, son personas tiernas y amorosas que se implican mucho con sus parejas”. Ahí es nada Leo precioso. No consientas que nadie te llame “Leíto”; si alguien lo hace, aunque sea con todo el amor del mundo,  no contestes, no eres tú.

Ya ves Leo, acabas de llegar y ya tienes una historia que contar cuando seas mayor. Podrás decir que naciste en plena “famosa” pandemia de Coronavirus. Podrás decir que al salir no pudiste ver la cara de papá y mamá porque tenían que protegerse con mascarilla. Sólo podías ver sus ojos cargados de felicidad, inquietud  y temor porque el futuro se volvió incierto y ellos no sabían muy bien qué pautas seguir para atender todas tus necesidades, pero no temas Leo, ellos no son expertos, nadie lo es cuando tienen su primer hijo, tú has llegado a ser el primer eslabón de la cadena de su amor. Su instinto hizo el resto y aprendieron rápido para que no te faltara nada, ni echaras de menos a nadie.

Tus abuelas no han podido ir a conocerte como hubiera sido su deseo, y a la ansiedad de que todo saliera bien durante el embarazo y el parto, se unía la pena de no poder abrazar a papá y mamá, pero sobretodo no podían tener el inmenso placer de tenerte en sus brazos, cubrirte de arrumacos y mimos y ver cuánto te pareces a papá y a mamá.
Has de estar prevenido, las abuelas en general, nos volvemos loquitas con el primer nieto y especialmente tu abuela Mariluz, mi tata, que has sido para ella el soplo de vida que tantísimo necesita. Ella te cederá la luz de su nombre para alumbrar tu camino, el sol gaditano y un amor incondicional. A cambio debes regalarle sonrisas y sobretodo, dejarte malcriar.  
Cuando estés preparado, llegará el momento en que pueda viajar desde Cádiz para conocerte y darte ese achuchón que guarda ansiosa en su corazón. Todo ese amor de abuela y madre que ha tenido que guardar demasiado tiempo.
No tienes ni idea de lo feliz que está con tu llegada. Por fin la vida le hace un regalo, aunque –como te dije- tenga que guardar toda su paciencia y ansiedad hasta que la alerta sanitaria permita ese viaje. No sé cómo va a poder aguantar esa espera.
El mundo al que llegas está un poco loco, a veces es difícil hacer frente a las trabas que nos pone. Tú lo tienes fácil, sólo tienes que crecer sanito, comer bien y dormir mucho. Lo demás lo harán tus papis por ti.
¿Sabes? Hace unos días te conocí de la forma que ahora se puede: por vídeo llamada. No sabes cuánto me emocionó ver a mi sobrino José contigo en brazos. Él será el mejor papá del mundo ya lo verás. Igualmente me emocionó ver a mi sobrina Alejandra dándote el pecho con amor inmenso.
También estaba el bisabuelo Pepe al que has devuelto la sonrisa y tu tía Alicia, que estoy segura estaba a punto de llorar de emoción, ensimismada mirándote para captar todos y cada uno de tus gestos, a la espera, también ansiosa, de poder volar a conocerte,  achucharte y comerte a besos como sólo una tía así de feliz puede hacer.
Querido Leo, mi precioso sobrino nieto, bienvenido a este mundo que pronto volverá a ser maravilloso.
Ojala el tiempo pase rápido y enseguida sepas cuanto amor te rodea. Que toda nuestra ilusión por tenerte, sea para ti fortaleza, salud y bienestar.

Te quiero pequeño. Desde el momento que supe de tu llegada te quise y deseé tenerte en mis brazos.

jueves, 21 de mayo de 2020

HAY DÍAS QUE AMANECES


HAY DÍAS QUE AMANECES  21-05-2020

Hay días que amaneces, todo sigue igual y te inventas maravillas para que tu mente las disfrute y no sufra por todo lo que nos está rodeando.
Otros en cambio, desde que amanece, el día te inventa esas maravillas para hacerte realmente feliz.

Gracias por el día de hoy. Uno menos para salir de todo esto, uno más para seguir viviendo con todo lo que tenemos y lo que nos va llegando.

Gracias infinitas a la vida que me ha dado tanto. A quien con sus palabras me hizo creer más en mí que nunca y a quienes con una sola frase que digo, ya tengo lo que en voz alta dije como deseo.

Gracias, gracias, siempre gracias…

BIENVENIDOS...

... A este Blog creado para difundir noticias e historias de mi pueblo. Espero que encontréis aquí lo que andabais buscando. Si no es así y creéis que puedo ayudaros a conseguirlo, dejad la pregunta en un comentario, y a la mayor brevedad será atendido. Gracias por venir.