UNA
CHIRIGOTERA GADITANA
NACIDA EN ALAEJOS-VALLADOLID
13-02-2021
Tengo parte de esta crónica manuscrita en Febrero de
2007 y 2008. Hasta ahora no “tuve tiempo” de pasarla a ordenador y como este
año no hay carnaval, y ayer vivimos una “final” tan descafeinada como “cortita”,
hecha de “recortes añejos” de las
agrupaciones que con mayor o menor éxito; menor o mayor reconocimientos en los
“fallos” del jurado, me permito publicar aquellos mis sentimientos tan añejos,
que sólo hoy tendrían sentido. Es decir: “concurso enlatado” pues ahí va mi
crónica “enlatada”.
FEBRERO
DE 2007
Para una persona nacida en Valladolid y acostumbrada a “hablar” el
castellano “puro”, sin acento, y que me era difícil de entender la forma de
expresarse de los gaditanos, me encontré con que poniéndole un poquito de
empeño, y después de escuchar algún que otro fragmento de chirigota, logré
entender el habla de mis queridos gaditanos, las chirigotas me fueron calando y
“Tampax Goyescas comparsa fina y segura”; ganadora del COAC 2001, me cautivó
hasta inundarme de amor por el carnaval de la tacita plateada.
Durante años he seguido el concurso de Coros, Cuartetos, Comparsas
y Chirigotas que se celebra en el Teatro Falla.
Puedo verlo gracias al Canal Andalucía, y me encanta quedarme
levantada hasta que termina la emisión de la Gran final, aunque para ello esté
sin dormir hasta el amanecer.
Desde que me enamoré del carnaval
soñé con poder vivirlo en las calles gaditanas y este año (2007) al fin
pude hacerlo.
Llegué a Cádiz repleta de ilusiones y temerosa de que quizás por
tanto desearlo, pudiera decepcionarme la experiencia. Afortunadamente, nada más
lejos de la realidad.
Junto a mi hija Irene y mi gaditana “Tata” Mariluz, recorrimos las
calles llenas de gente del Pópulo, inmersas en el “Amoscuchá”.
Casi en cada esquina había una chirigota a cuyo lado nos
apiñábamos para disfrutar del trabajo que llevaban seguramente algunos meses
ensayando.
La mayoría de las letras eran buenísimas, cargadas de sarcasmo
humorístico que nos arrancaron la carcajada y el aplauso casi
ininterrumpidamente. Cenamos pescado frito en uno de los múltiples bares que
abarrotados de personas, ofrecían sus ricos productos y un olor a aceite rancio
de tanto cocinar con él, de esos olores que se impregnan en la ropa y no sale
ni a la tercera lavada, pero eso era lo
de menos. La compañía y conversación tan agradables limpiaban cualquier huella de desagradable olor en nuestras
vestimentas.
No dejamos de visitar una mañana “La Marina” ¡Qué ricos los
churritos con chocolate!! ¡¡Imposible estar en Cádiz y no visitar este lugar en
la gaditanísima “Plaza Topete”!! Tan cerquita de las no menos carnavalescas
escaleras de Correos.
Disfrutamos de nuestro primer “Carrusel de coros en La Viña”. Me resultó curioso ver
varios remolques de tractor cargados con los coros en posición para comenzar a
desfilar. Pensé que lo harían juntos, y que sería prácticamente imposible
entender las canciones con el ruido o aguantar el olor a gasóleo industrial del
motor del tractor. Nada que ver; pero lo supe mucho más tarde.
Los vehículos donde estaban acomodados los integrantes, guardaban
la suficiente distancia entre ellos para no confundir sus voces y el motor del
tractor que los movía, permanecía parado durante la interpretación de todo el
repertorio. Una vez terminado, entonces sí, se ponía de nuevo en marcha, lanzando
a los cuatros vientos el humazo que escapaba por el tubo de escape contaminando
el aire que segundos antes vibraba cuajado de coplas. El vehículo avanzaba apenas unos metros para; sin perder
ni un minuto la sonrisa; comenzar una nueva actuación. ¡¡Cómo aguantarán los
coristas tantas horas sin parar de cantar!!
La
Viña, El
pópulo, El mentidero…toda la zona típica carnavalera llena de gente “apretujá”
en cada esquina, para ver un grupo chirigotero ofreciendo gratuitamente su
trabajo; a cambio de una sonrisa y unos cuantos aplausos.
Seguramente han sido meses de
duros ensayos con la única recompensa de ver a la ciudad de sus amores entorno a su música, sus letras
y sus coloridos disfraces.
Una mañana, muy cerca de La Caleta, camino hacia el parque Genovés
nos cruzamos con los niños de un colegio. Todos ellos disfrazados. Iban
acompañados por sus profesores y algunos padres “babeantes” que recorrían las
calles de la ciudad en ordenado desorden, aunque los que verdaderamente
llamaron nuestra atención, fueron los músicos que iban delante: El muchachito
que con verdadera maestría tocaba la caja; apenas levantaba del suelo lo que la
propia baqueta con la que golpeaba el parche de su cajilla. A juzgar por la
edad del crío, y lo experto que se le veía, en vez de sonajero, seguramente
tuvo un tamboril para mecer sus sueños. Los gaditanos no tardarán en verlo dentro
de poco “chirigoteando” por su ciudad. Que Cádiz no tema, la cantera es
inagotable.
Es fácil transitar por las callejuelas típicas gaditanas, pero
también es fácil perderse entre ellas y eso fue lo que también hicimos: ¡¡transitar
hasta perdernos!! ¡¡Y volvernos a encontrar!!
Misión cumplida, sueño cumplido y disfrutado en este carnaval
2007. Ahora, seguiré felizmente viviendo en este Valladolid donde no somos
conocidos mundialmente por nada, en especial, salvo por facha…das tan hermosas
como las de la iglesia de San Pablo o el museo de escultura policromada.
Seguiré intentando ser feliz en este Valladolid (con V, no con F)
donde casi nací y resido, y desde el que seguiré pendiente de disfrutar del
carnaval en el Falla, sentada en mi sofá frente a la tele y soñando volver a
pisar las Calles de Cádiz en carnaval.
FEBRERO
DE 2008
Soy “Yuyera”, aunque confesarlo será suficiente para que se me
tache de no ser imparcial, aunque tampoco eso me importa.
Cierto que haber nacido y vivido siempre en la vieja Castilla, no
implica no entender de chirigotas.
Quizás no sepa en absoluto de corcheas ni bemoles, pero tengo buen
oído, sentido del ritmo y sobre todo poseo un desarrollado sentido del humor.
Como ya he dicho, soy seguidora ferviente y constante del carnaval
gaditano por la tele, muchísimo por Internet y desde el año pasado en las
propias calles de la tacita, me hace ser “un poquito entendida” en el tema, que
muchos nativos de Cádiz, ni conocen, ni les apetece conocer. (Doy fe).
Gracias a Internet y sobre todo al EMULE, he podido seguir el
concurso del Falla, tanto, que algunos de mis amigos gaditanos y carnavaleros
me pedían información de cómo era el “Tipo” que este año defendían éste o aquel
autor.
Quizás me costó trabajo al principio de los tiempos entender “el
habla de Cádiz”, pero una vez superado ese “problema” escuchar y disfrutar de
las chirigotas resulta fácil y muy placentero.
Actualmente hay magníficos autores que junto a otros no tan
afortunados en el ingenio a la hora de componer música y letras medianamente
aceptables, han defendido su participación en el concurso presente de 2008.
Lo tenían difícil porque las nuevas normas del concurso permitían
solamente pasar a la gran final, a tres agrupaciones de cada una de las
modalidades, cuando los últimos años había sido de cuatro agrupaciones por
modalidad.
Ignoro en qué se basa el jurado a la hora de adjudicar
puntuaciones. Cierto que han sido días muy intensos. Muchas horas, muchos días
obligados a escuchar tanto lo menos bueno, como lo excelente y tener que elegir
a tres entre tantísimas, seguro que no ha sido tarea fácil y nunca nos parece
justo su fallo, porque todos queremos que gane “la nuestra”.
He de decir que de las tres chirigotas que disputaros esa final,
una de ellas no era de las mías, aunque habían tenido mucho éxito en todos los
pases anteriores.
Las Pitorrisas me gustaron mucho desde el principio. Iban a ser duros
contrincantes y quizás los únicos que se lo iban a poner difícil a mi Favorita “Los Monstruos de pueblo” y así
fue hasta la final donde Las Pitorrisas perdieron (o hubieran debido perder
demasiados puntos) interpretando un pasodoble del que no se sabían la letra.
Me da la sensación que los primeros sorprendidos en recibir ese
primer premio fueron los señores de la chirigota del señor Quique Remolino.
Sin quitarles ni una pizca de su mérito, su ilusión, esfuerzo y
trabajo, y sin echar mano de mi pasión “Yuyera”, con el corazón en la mano y
siendo realistas, de los tres finalistas, “Los Monstruos del Yuyu” fueron
ganadores, diga lo que diga el jurado o los incondicionales “Pitorrisos” que
este año deben estar muy contentos.
A veces el público nos pasamos de “soberanos” para convertirnos en
“soberanamente absurdos” para vitorear campeones campeones después de semejante
fallo garrafal. Así no hay jurado que quiera mojarse, ni aun teniendo tan cerca la “Playa de La Caleta”.
Aunque el próximo año el jurado enmiende el “fallo” emitido éste,
el daño a “los Monstruos” ya está hecho.
Mis Monstruos han tenido la “mala suerte” de actuar en
preliminares y en Semifinales en último lugar, cuando el público tiene más
sueño que hambre, y aun así la chirigota lograba mantener en sus butacas y completamente
entregados, a los aficionados que tenían la suerte de estar en el Falla
esperándoles hasta más de las dos y media de la madrugada; en día laborable.
Pienso que no defraudaron a ninguno de quienes anhelábamos
descubrir el esfuerzo de estos “Monstruos” catetos que desde Septiembre
ensayaban las letras y música compuestas por José Guerrero Yuyu y José Manuel
Sánchez Reyes. Dos auténticos genios tocados por la barita del arte, el ingenio
y el duende gaditano. Acompañados de un excelente grupo de cantantes y
“tocantes” que han interpretado su repertorio magistralmente en todos los
pases; tanto, que fueron elegidos para disfrutar esa final de tres. Al menos
esto es lo que pensaba, que iban a “disputar” por ganar el primer puesto que de
antemano, tenían otorgado a “Las Pitorrisas”.
Antes de levantar el telón aquella noche, ya estaba todo el
pescado vendido. No me cabe ninguna duda.
Repito que me gustaba y mucho, esta chirigota “Remolinera” que
tuve la suerte de ver en un palco del teatro Falla, aunque debió de ser
imperdonable presentar un pasodoble del que no se sabían la letra y que debería
haber sido penalizada más duramente.
Me pregunto qué clase de público asistió aquella noche a la final,
que después del fallo garrafal, gritaba “campeones, campeones”… ¿Y luego se me
tachará de no ser imparcial? ¡¡Pues no!!
Estoy segura que si “Los monstruos” hubieran cometido el más
mínimo error, no sólo no le hubieran otorgado el segundo premio, seguramente
habrían sido descalificados… Por todo esto, diga lo que diga el jurado, los
verdaderamente ganadores fueron “Los Monstruos de pueblo”. Si las Pitorrisas y
sus seguidores se pusieran la mano en el corazón, me estarían dando la razón.
El jurado demostró que no le gusta Internet, porque le faltaron
Webs para sancionar tamaño fallo.
Felicidades a las tres agrupaciones finalistas, especialmente a
los triunfadores: “Los Monstruos de Pueblo” sin duda alguna.
Tampoco sé lo que le faltó al jurado para puntuar tercera la comparsa
que aquel año comenzó a hacer que me
gustaran este tipo de agrupaciones: las comparsas. Desde este año me enamoré de
“La banda del capitán Veneno”, un injusto tercer premio 2008 sin duda.
Desde ahora, veré algunos coros (sobretodo “El coro de los niños”),
cuartetos solamente los buenos, pero sobre todo seguiré escuchando las
chirigotas del Yuyu y las comparsas de Juan Carlos Aragón, porque siempre serán
las punteras.
Ya os conté en su día cómo viví la semifinal y final al lado de mi
chirigota "LOS MONSTRUOS DE PUEBLO"
El carnaval 2009, fue más de lo mismo. Otra decepción aún mayor,
porque “Air con el Carair Carair Carair”, pese a ser una chirigotón, lo dejaron
fuera de la final, aun así, llegó 2010 y aún tuvieron ánimo y esfuerzo para
sacar “Los Emires por donde se mire”. Una
chirigota cuya puesta en escena, letras, música e interpretación, estuvo a la
altura de las grandes y también el jurado tuvo a bien dejarles con los
pistachos y los ánimos por los suelos, viendo la final desde el sofá de su casa,
como yo.
No fue difícil el resultado final de Yuyu y su chirigota en el
carnaval que lo vio nacer.
08-08-2010
LOS EMIRES YA NO LOS MIRES
(POESÍA PREMONITORIA)
Buscaba encontrar el
nombre de la nueva agrupación,
Y quedó ¡ay pena mía!
Encogido mi corazón.
No salen en 2011 leí
con dos lagrimones,
Porque el Yuyu con
razón, está hasta los cojones,
De gurriatos
indecentes que sin dos dedos de frente,
Sin corazón ni medida,
ningunean a los autores.
Se cargan el carnaval
de una manera infernal,
Lloramos por no
gritar, huérfanos los seguidores.
El Falla ya no es lo
mismo, ha dicho el Yuyu indignado,
Porque se siente
timado, rey de humor, malhumorado.
Son muchos meses de ensayos
por sacar la chirigota
Para que unos
cabezotas, arruinen sus ilusiones
Dejan fuera a los
mejores y hacen ganar a los malos.
Algo así decía el
autor, con aún más razón que un santo,
Sabiendo que están
los jueces riéndose de su trabajo.
El público agradecemos
sus letras, músico, ensayos…
El tipo y hasta el
forillo, dándoles nuestros aplausos,
Y sufriendo como
propio, “fallo” de algún jurado.
Comprendo que estén
cansados, hombres de mi chirigota,
Sé que es no, cuando
dice no, porque el Yuyu es cabezota,
Y aunque le doy la
razón, ya dejé de ser idiota,
Pues temo que aquí
está el fin, de ver en “El Falla” a éstos notas.
Ya nunca será lo
mismo, para esta humilde aficionada,
Que no disfrutará
más, la Gran final emocionada,
Sintiendo a Cádiz muy
cerca… En el sofá de mi casa.
Desde que se alza el
telón, hasta que el jurado falla.
Nunca dejaré de amar,
el carnaval gaditano,
Que me envenenó sin
duelo, maquilló mi humor castellano,
Sorprendiéndome a mí
misma, porque no lo había mamado,
La emoción, las ilusiones…
lo hondo que me había calado.
Seguiré esperando el
día de escuchar el pasacalle,
Que caminito del
Falla, hagáis mis doce chavales,
Y yo en un palco
aplaudiendo, los cuplés inmejorables,
Los Pasodobles con
gracia y el Popurrí con más arte.
Que vuelva el Yuyu a
su templo, y yo, a mis gaditanas calles.
FELIZ CARNAVAL VIRTUAL O REAL… FELIZ SIEMPRE