FELIZ 2020

A TODOS MIS BUENOS Y GRANDES AMIGOS, A MI FAMILIA Y A LAS BUENAS PERSONAS QUE ME RODEAN, FELIZ AÑO NUEVO...

FELIZ 2020

FUERZA MENTAL

FUERZA MENTAL  18-12-2019

Cuando a los 40 años me diagnostican vejez prematura y dolores de por vida que mermarán mis fuerzas progresivamente, el mundo se hundió bajo mis pies y no me quedó más que hundirme con él o aferrarme a lo que tenía, a intentar que el futuro negro que me pintaron, pudiera tener algún que otro color menos oscuro…

Creí que había conseguido esquivar mi decadencia, porque aprendí durante muchos años a convivir con esos dolores, hasta que un día decidí que  ya no quiero convivir con ellos y tomé alguna pastillita que paliaba los efectos del paso del tiempo.

La sonrisa, fue una de las mejores medicinas, el mirar para otro lado tratando de olvidar que duele y que cada vez mis fuerzas están más limitadas. Luché con esas pocas fuerzas que tenía tratando de salvar cada obstáculo; compartiendo lo bueno que me ocurre y disfrutando esos momentos de menos dolores obviando los que me hacen sentir venerable anciana. Aparenté que no pasa nada porque incluso fingir me dio fortaleza para continuar.

Traté de aprovechar las risas, las reuniones con amigos, los gratos momentos, sorteando los malos que van viniendo. Sequé las lágrimas que las despedidas dolorosas dejaron irremediablemente en mi ánimo.

Me refugié en dar rienda suelta a mi pasión: escribí novelas, poemas, cartas, criticas, crónicas... me aferré con uñas dientes y pelo a lo que tengo. Muchas veces tras escribir mis penas como desahogo, las rompo. Es mi forma de no agobiar a nadie con mi malestar porque cada uno tiene el suyo.

Me repetí cada día que todo está bien y de esa forma, hasta yo misma me lo creí, pero llega un día que te das cuenta que no es cierto, que no estás bien y que hay que ponerle otro remedio que no sea “simplemente” la fuerza mental.

No soy más valiente que nadie, soy tan valiente como yo y tú lo eres como tú.

Mi fuerza mental me llega de la mano de mis hijas, de mis nietas, de mi marido, mis yernos, de mi familia y buenos amigos.

A todos intento hacerles fácil el rato que compartimos, no cuento cómo estoy de “jodida” porque como dije, todo el mundo tiene sus propios problemas.

Mis hijas son las únicas que verdaderamente me conocen bien y hasta el mínimo gesto de dolor me lo notan, a ellas no puedo ocultarles nada y eso es lo que más me duele, porque no quiero que se angustien por mí.

Ahora estoy pendiente de los resultados de unas pruebas que me dirán hasta dónde mis lesiones me van a permitir seguir fingiendo que todo está bien. Presumiendo de fuerza mental, y de que sin ella, todo lo demás empeora.

No soporto ver a mis hijas preocupadas y mucho más me aterra que se preocupen por mí, por eso sonrío y le quito importancia a las cosas que podrían perturbar el discurrir apacible de sus vidas ¡¡Ese que ojalá tuvieran completamente!!

Si yo les sonrío a ellas, me sonrío a mí, Si bromeo con ellas, bromeo para mí. Si le quito importancia a todo lo que pueda tenerlo, también la estoy quitando para mí.

Un día Laura me dijo: “No llores, pero si tienes que llorar, lo haces con nosotras porque tú no estás solas”. Desde ese día, he llorado más de risa que de pena. He llorado por pérdidas irreparables o por causas ajenas  mi propia persona.

No simulo, simplemente actúo en forma de protección para ellas y naturalmente para mí.

Mis dolores y mis enfermedades enfrentadas entre sí,  no se van con el llanto, se quitan con sonrisas, con risas, con grandes momentos al lado de los míos y sobretodo se me quitan con sus abrazos y alguna que otra pastillita.

Contar mis enfermedades no las alivia. Hay quien muestra su historial médico... el suyo, el de su familia y hasta el de una vecina con la que no se trata porque es una pesada que sólo sabe hablar de enfermedades. No se dan cuenta que contarlo por fascículos, hace que cada vez que hablas de ellas, lo sufres de nuevo y así no remontas; aburres.

Para lo único que soy pesada, y recalco y repito, es para defender mi verdad. Aunque tenga que gritar sin voz las injusticias y mentiras que se vertieron gratuitamente sobre mí. Para eso si soy pesada como plomo: mi verdad sobre sus mentiras. Esas sobre las que mientras no se retracten pública o privadamente, no dejaré de defenderme.

Amigos míos, cuidaros mucho, en cuerpo, alma y espíritu.

Feliz vida para todos los que quiero y me quieren.

Feliz vida, para quien leyó hasta el final y entendió el mensaje.

¡¡¡Feliz felicidad!!!

                                             ¡¡¡Feliz Navidad!!!

BIENVENIDO AL MUNDO HODEI

BIENVENIDO AL MUNDO HODEI  01-12-2019

Bueno Hodei, ya estás aquí, te hiciste esperar un poquito más de lo previsto, pero has llegado sano y hermoso, listo para hacer felices a tus padres, abuelos, tíos, tío abuelo, primos, Bisabuela… Una familia que te esperaba con los brazos abiertos y el corazón encogido hasta ver que todo salía bien.

¿Sabes? Hodei significa nube, pero no una nube cualquiera, suavecita y leve, no, no. Tú eres el creador de relámpagos y truenos, rey de las tormentas, con lo cual, has nacido con enorme fuerza personal y serás invencible; aunque hasta llegar a ese momento, queda mucho, no tenemos prisa en que el tiempo corra tanto.

Verás, te explico un poco para que sepas a lo que te enfrentas: Mientras estabas creciendo calentito en la tripita de mami, has escuchado el sonido de su voz, has notado todo el amor que te esperaba al salir.

Esa voz fuerte era la de papá, él como tú, lleva un  nombre fuerte: Óscar, nada menos; que ayudará en tus cuidados a Begoña, tu mamá, que tanto te cuidó todos estos meses para que nacieras sanito.

Han preparado tu cuarto con esmero, y ahora que ya te tienen en sus brazos, son las personas más felices del mundo.

Ahora te toca demostrar que eres lo mejor que les ha pasado en la vida. Procura dormir mucho, comer bien y crecer tan fuerte como el dios mitológico que llevas por nombre.

Si Hodei, esas personas que te miran embobados son tus abuelos. No pueden dejar de mirar cada uno de tus gestos, tus muecas, buscando un parecido con el niño o la niña que hace muy poco tuvieron en sus brazos y hoy los ven convertidos en papá y mamá gracias a ti.

No tienes ni idea de cuánto te quieren, de la cantidad de veces que van a ir hasta el fin del mundo si hace falta para estar a tu lado. Para verte crecer y malcriarte.

Con esta carta de bienvenida al  mundo, quiero enviar todo mi cariño a tu familia, que de alguna forma también lo es mía, porque nos unen lazos irrompibles desde que tu abuelo Pruden era apenas un bebé tan hermoso como tú lo eres.
Enhorabuena queridos amigos. Mis queridos hermanos charros, badajoceños y logroñeses.

Si lo más hermoso del mundo es ser padres, como bien lo saben hoy mis queridos Óscar y Begoña; después de padres, lo más maravilloso es ser abuelos. Un grado más mis queridísimos Pruden y Chari. Una gran aventura que os llenará aún más de amor y felicidad.
Un abrazo enorme de toda mi familia para recibir al nuevo miembro de la vuestra.

Bienvenido al mundo Hodei.

EL DIABLO Y LAS MOSCAS

07-09-1975

EL DIABLO Y LAS MOSCAS  20-11-2019

Ya se sabe con qué parte del cuerpo espanta moscas el diablo cuando no tiene qué hacer, y en mi mejoría convaleciente de la fortísima gripe que me atraviesa el cuerpo de Sur a Norte y de Éste a éste otro, y así tol rato; he estado entreteniéndome un poquillo mirando fotos en mi móvil. Ésta que os muestro, me ha hecho darme cuenta de lo mala memoria que tenemos los humanos, sobretodo “esos que te conocen desde chiquita” o convivieron contigo durante la juventud y que en conversaciones “de todo un poco”, te recuerdan que: “tú siempre fuiste gordita”.

¡¡Benditas fotografías desmentidoras!! (Aunque a veces éstas mismas te recuerdan también, lo rápido que pasa el tiempo y ¡¡Cómo hemos cambiado!!).

Heme ahí en esta foto, con 18 añitos de mi corazón, para demostrar con ese tipito, que la memoria a veces miente. Yo de ésta época, tengo varios álbumes que demuestran que no adelgacé sólo para la foto; eso sí, siempre me sentí “gordita” porque de pequeña lo fui. Conclusión: “¡Haga lo que yo haga, quien me recuerda mal, la caga!”. (Permitidme la tontería, fruto y secuela de la fiebre alta de varios días).

¡¡Ale, me voy a seguir con la recuperación gripal y corporal!!

¡¡Que el invierno os sea leve, porque el otoño bien duro nos está dando!!