DIRTY DANCING Y FIN DE FIESTA 28-09-2017
Habían
terminado nuestros inolvidables días de descanso en la isla canaria y aún nos quedaba
poner la guinda al pastel, en este caso, Irene y yo en compañía de Laura,
acudimos al teatro Calderón para ver el musical “Dirty Dancing”.
Este musical
no es comparable a ningún otro que hayamos visto, porque cada uno ha tenido su
encanto, su acierto o desacierto y sus emociones más allá de la tramoya.
Dirty
Dancing nos ha gustado muchísimo. Era casi como volver a ver la añeja película,
eso sí, sin el guapísimo –aquel entonces- protagonista Patrick Swayze y sin el
pelo sedoso de las protagonistas, sustituido en este caso, por opacas peluconas
que desmerecían la puesta en escena de un espectáculo de calidad.
Algo tan fácil
de conseguir, como una buena peluca de las que abundan en el mercado, o el
propio pelo natural de la bailarina moldeado al estilo que lucían en la película,
hubieran dejado el listón del estilismo y la calidad de atrezo mucho más alto y
creíble.
Salvo ese
evidente –y no pequeño- “fallo”, y algún que otro, el espectáculo mereció la
pena de ver y disfrutar tanto como lo disfrutamos las tres; echando de menos a
Cecilia, aunque a la salida, en el momento importante en que di a mi Laura y mi
Irene, una intensísima explicación de sentimientos; de alguna forma también
estuvo Cecilia. La piña cerrada como siempre, compartiendo todo lo que la vida da, quita o devuelve.
No concibo
respirar sin ellas a mi lado. Somos cuatro respirando libres el mismo aire, sin
depender las unas de las otras, pero siempre las cuatro en una misma.
Estas
vacaciones mágicas han acabado maravillosas, sin ni un incidente que las haya
perturbado; estando siempre en el momento justo y en el sitio escogido. ¡¡Todo
perfecto!!
Lo bueno
de regresar a casa –además de por reencontrarnos con los amores que aquí
dejamos, es tener la oportunidad de volver a soñar con nuevas aventuras y
despertar realizándolas.
Acabaron
las crónicas de estas vacaciones veraniegas de 2017. Espero que os hayan gustado.
Últimamente había estado muy “silenciosa”, ahora retomaré el papel, el boli y
la tecla como llevo haciendo muchos años de mi vida. Seguiré escribiendo para mí
y para todos los que deseáis leerme.
No busquéis
crónicas o críticas políticas, ni debates encarnizados que no llevarían a ningún
sitio. Buscar en ellas buenos sentimientos y opiniones sin falsedad. La mentira
la odio, tanto como a quienes mienten.
Espero
seguir contando con todos vosotros.
Gracias de
corazón a quienes me leen y si además dejáis comentarios, o huella de vuestro
paso por mis Blogs, o por mi “muro”, eso ya es un gracias, gracias, gracias…
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