DESDE MI NUBE
18-09-2017
Como iba
diciendo: Tras la mudanza, nuestra vida veraniega rodaba tranquila y relajada al
lado de mis amores. Inolvidables tardes o mañanas de llegadas por sorpresa de
las niñas a pasar un ratito con nosotros y de días y anocheceres disfrutados
junto a las pequeñas de la familia. Hemos sido afortunados de poder compartir
con ellas mucho tiempo feliz.
Un día que amaneció con buenos planes, se
convirtió en el maravilloso día en que explosionó la sorpresa…
Por
motivos personales que me guardo, me encontraba particularmente en paz, muy
feliz y en buena compañía pasando una jornada agradable y deseada junto a mis
primos.
En el
marco incomparable de la plaza de mi pueblo, saludé a un buen amigo al que
admiro y literariamente tengo mucho que agradecer –y lo sabe-. Mirándome a los
ojos me regaló unas palabras preciosas que hicieron que mi adormecida
autoestima recobrara toda su plenitud; y digo adormecida, porque para conseguir
matarla, quienes lo intentan, tendrían que volver a nacer.
Gracias
eternas amigo mío, no tienes ni idea del bien que me hiciste con esa mirada al
fondo del alma. Una conversación tan corta como intensa que guardaré para
siempre en mi corazón. No te quepa duda que jamás me iré… aunque me vaya, y transmitiré en mis escritos todo lo que mi
corazón siente. Sigo teniendo esa férrea confianza en mí, de la que tan
culpable eres; aunque no lo sepas.
Habías
puesto en este mágico día un peldaño más para subir a mi particular nube de la
que aun no bajé, ni quiero bajar.
Llorando
emocionada les conté a mis hijas tus palabras y ellas dijeron que te diera un
beso de su parte por quererme tanto. Ellas saben que ese cariño es recíproco.
Especialmente
a mis amigos gracias infinitas. Ellos saben a qué y a quienes me refiero.
El resto
del día ya no se me quitó la sonrisa de felicidad y el ánimo lo tenía en esa
nube blandita y acogedora en la que acababa de instalarme.
Por la
noche me llegó un ramillete de sorpresas maravillosas preparadas con todo el
amor de mi pequeña y que iban a hacernos disfrutar juntas las ilusiones más
intensamente vividas que nunca. A cambio y sólo por coincidir en fechas, no
estuve en las fiestas de La Casita 2017… Aquí queda claro por qué dejé libres mis
puestos preferidos en los encierros y espectáculos taurinos en la plaza de toros para goce y disfrute de quienes
los hayan ocupado este año; y el por qué no estaba en Alaejos en fechas para mi
tan importantes. Total, Casitas llevo muchas a mis espaldas (y las que me
quedan) y estas vacaciones de sorpresas que me regalaba la vida, tantas y tan
seguidas, no es fácil que se den muchas veces.
Continuará…
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