NUEVA LEY DE PREVENCIÓN DEL ALCOHOLISMO 18-06-2014
Pues sí, por
fin parece que los que pueden han
pensado que una buena parte de nuestra juventud no va por buen camino en esto
del beber sin sentido y se han puesto manos a la obra o mejor dicho manos a la
ley para tratar de evitar que sigamos soportando borrachos incontrolados que
cambian el biberón por el botellón cuando aun no han terminado de crecer ni de
cuerpo ni de mente.
La pena no
es que estaos niños admitan a cara descubierta y con descaro que beben desde
los 13 años, la desgracia es que sus padres lo saben y miran para otro lado con
tal de que sus hijos “no sean menos”; o quizás no lo han podido ver porque
estaban trabajando para que a sus hijos no les faltara de nada, o se habían
separado y se sienten incapaces de contradecir a sus hijos y de eso los niños
se aprovechan.
Afortunadamente
no todos los jóvenes son como los que hoy comento, pero hay demasiados que como
“los peces en el río” beben y beben y vuelven a beber.
¿De veras es
necesario emborracharse para pasarlo bien? Me resisto a creer que esa gente
joven sea tan descerebrada y si ellos lo hacen, que quien tenga en su mano
evitarlo, por fin ponga remedio.
Aún no está
claro en qué va a consistir esa ley, pero ya se va oyendo con fuerza que
pondrán multas a los padres de los jóvenes bebedores.
Entonces yo
me pregunto: ¿Para quién está pensada esta ley? ¿Para la salud y futuro de los
menores? ¿Pensada para las familias de estos jóvenes? ¿Piensa en la convivencia
ciudadana? ¿O lo único que interesa es llenar las arcas públicas?
Si castigan
a los padres de los futuros borrachines a pagar multas económicas pero se
siguen permitiendo los macro botellones en plena vía pública, creo que –como
siempre- están empezando la casa por el tejado.
En caso de
ser padres separados ¿Quién de los dos progenitores tendrá que pagar? ¿Será un motivo
más de litigio en la pareja?
Pienso que
lo prioritario sería primero poner remedio, no multa.
Que en los
colegios, eduquen a los padres junto a sus hijos y así los padres no puedan
escudarse en “No puedo con él”; y luego no dejar que beban multitudinariamente
a lo loco en plena calle, ni mucho menos en locales cerrados… No beber tan a lo
sin sentido como hacen y si aún así se empeñan en beber y beber sin tener ni
pinta de sed, entonces no estaría mal
la multa a los padres por no controlar los hábitos perjudiciales para la salud
de sus hijos.
¿O no? Porque si es por eso, alomejor hay que
empezar a poner multas por demasiadas cosas a todos los responsables de todo lo
que se hace mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario