23-08-2014
Estaba haciendo un poco de
revisión y limpieza en los altillos ¡¡Qué le vamos a hacer, no todos los días
es fiesta!! Cuando de pronto me topé con la caja donde guardo los REGALOS.
Esos regalos que quien te los hace es acorde a su gusto, en muchos casos quitándose de comprar algo para ellos porque su presupuesto no daba para más; que te hicieron por amistad o por compromiso, que recibiste
agradecido con una gran sonrisa pensando por lo bajini ¿Dónde coño meto esto? Y que por
cumplir estorban adornando tu casa porque no pegan ni con cola con el resto del
decorado.
Esos regalos que por fin te
decides a poner en una caja donde pone “Regalos”. Caja que abres cuando limpias
el trastero, los miras, la cierras… años más tarde, el sitio que ocupa la caja
te vendría muy bien para otra caja que seguramente pondrás por fuera "Regalos",
y como los otros nunca recordarás quien te lo regaló ni con qué motivo.
Esos regalos que cada vez
que toca ordenar, los tiras a la basura y al final los sacas porque te dan pena,
los limpias y vuelves a colocarlos en el mismo sitio con idéntico ritual, un
año, y otro año…. Que te ocupan un maravilloso sitio para cualquier otro
estorbo y que cuando te mueras, será lo primero que tiren tus herederos… De
esos regalos… ¡¡De esos regalos habré hecho yo miles!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario