28-11-2013
Miedo, pánico me da pronunciar sus nombres y en
este momento vivir en mi país, en mi ciudad, ¡en mi tierra!; es tan aterrador
como tener a la espalda un tiburón hambriento y nadar sin rumbo ni barca.
No me entra en la cabeza que una ley –no ya
permita- que obligue a sacar a la calle asesinos, violadores, terroristas y delincuentes
no rehabilitados (no creo en la rehabilitación, ni en la reinserción de seres
inhumanos).
No hay lugar en que encontrarnos seguros sabiendo
que alimañas asesinas que no tuvieron piedad con sus víctimas, puedan campar a
sus anchas impunemente por nuestras calles simplemente porque señores que viven
a cientos de kilómetros de mi país, hayan decidido que nuestras leyes o
doctrinas, no son buenas. ¿Es mejor su ley solapando estos gravísimos delitos?
¿Qué leyes nos amparan? ¿Cómo podemos vivir tranquilos
en este país que va de mal en peor?
No tenemos rama a la que asirnos cuando vemos que
todo se derrumba bajo nuestros pasos. Son demasiados lazos los que ahorcan nuestro
cuello. ¿Para qué enumerarlos?
Por si todo fuera poco, ahora además nos obligan
a vivir con el miedo a toparnos con estas alimañas que habiendo vivido como
reyes varios años en hoteles –sin coste para ellos- ahora están sueltos y sin
castigo tras matar, violar, vejar y delinquir de la peor manera.
Ahora que nadie queremos “integrarles” a nuestro
lado, además exigen que los españoles les paguemos el paro porque –dicen-
tienen derecho a él. ¿Hay mayor burla?
Pronto las cárceles españolas se verán
convertidas en museos –o secaderos de embutidos- porque si con delitos atroces
los delincuentes están en las calles ¿Qué habrá que hacer para merecer
ocuparlas?
Conciencia ni tuvieron, ni tienen y no les
importa ni el delito cometido, ni volver a cometer otros para volver a su
confortable vida; aunque para ello tengan que llevarse por delante la de
inocentes.
Ojala en vez de delitos mayores, a los
excarcelados se les ocurra dar un tartazo a un alcalde en plena cara (o
levantar los brazos en aprobación del hecho) –delito más penado actualmente que
el asesinato, violación o robo con violencia- para que vuelvan a encerrarlos y
seguir con sus privilegios; que también continuaremos pagándoles los españoles.
Olga Sangrador, Anabel Segura, Leticia Lebrato,
Desiree, Miriam, Toñi… y tantos otros nombres que se tatuaron en nuestra
memoria y en nuestro corazón y que nadie ha pagado por haberlas arrebatado la
vida de la peor de las maneras, a ellas, a sus familias y amigos y a todos
cuantos vivimos las imágenes de sus vidas rotas.
No soy tan cruel con las familias de los
culpables que han firmado la excarcelación de estos peligrosísimos delincuentes;
y desearles que sufran en sus carnes lo que han sufrido las familias víctimas
de estos asesinos ¡¡Qué culpa tienen las hijas de que sus padres hayan empuñado
lujosa pluma para firmar libertades, dando a criminales mano abierta para
volver a asesinar!! Pero sí les deseo en forma de maldición, que sueñen cada día
que sus hijas son Olga, Anabel, Leticia, Desiree, Miriam, Toñi… y que sus beneficiados
hacen con ellas lo mismo que hicieron con estas inocentes. Que cada vez que
cierren los ojos intentando descansar, su sueño sea la pesadilla de esas niñas
y de todas las demás víctimas. Que su dolor sea el de los padres de tantos
inocentes; que no puedan volver a dormir tranquilos, porque cada vez que pretendan
hacerlo sientan el dolor de esas criaturas y sufran en propia piel el error de
que estos malnacidos disfruten ahora de una libertad que no merecen.
Al parecer van a pedir el alejamiento de sus víctimas,
y como todos somos víctimas potenciales de ellos, pues eso, que les alejen de
la vida humana y les lleven a todos juntitos a vivir en la vecindad de los
culpables del final de sus condenas.
2 comentarios:
Que razón tienes Marisa! penita da este país.....
Una lástima.... y las unicas ideas que tienen los gobernantes son tirarse los trastos unos a otros.
Besitos
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