QUERIDA NIETA LUCÍA 30-04-2020
Querida y adorada nieta Lucía: Hace mucho que no te escribo una
carta y como sé que te encanta que lo haga, aquí me tienes feliz por contarte
cositas.
Te estás haciendo muy mayor. Eres una niña responsable, estudiosa,
juguetona y obediente.
Estoy segura que echas mucho de menos poder venir a pasar aquí el
finde con tu hermana, a dormir en vuestro cuarto, que te cante tus canciones
antes de quedarte dormida y por la mañana desayunar el chocolatito de abuela
con esos churritos y porras que el abuelo os trae bien prontito.
Sé que te encanta que juguemos a tantas cosas, que hagamos
magdalenas, que te cocine las cositas ricas que tanto os gustan a las dos.
Compartir tus inquietudes y saber que me quieres tanto.
Sobre todo –y lo sabes- me gusta cuando escribes cuentos porque
tienes una gran imaginación y desde bien pequeña, cuando apenas empezabas a
saber leer y escribir, inventas historias preciosas.
Eres mi escritora maravillosa aunque yo creo que estás un poco
perezosilla y últimamente no escribes mucho, con lo bien que te vendría
hacerlo. No sólo porque perder esa magnífica inventiva sería una pena; además
no sabes lo bien que te vendría para perfeccionar la caligrafía y sobre todo la
ortografía.
Estoy segura que pronto volverás
tener ganas de escribir. ¿Te imaginas inventar un cuento las dos juntas?
A mí me encantaría, sería precioso, como lo sería que remataras “El arco iris y
sus sueños”. Precioso título que pusiste a una preciosa historia tuya.
Mi niña divina, mami me cuenta que te estás portando genial
durante el confinamiento. Que ayudas a Irene a hacer algunos deberes, a
perfeccionar la forma de dibujar y pintar y sobre todo, la entretienes mucho
jugando. Cierto que a veces también reñís un poquito, pero es normal, son
muchas horas en casa metiditas y aunque sois dos niñas divinas, sois niñas y
por eso se os puede perdonar ese ratito de enfados.
Ya sabes que no me gusta nada cuando os chincháis, porque cuando
se empieza, nunca se sabe cuándo será el final, aunque se sabe seguro que
terminará con las dos enfadadas. ¿Sabes qué? Las mayores son las que pueden
ganar ¿Sabes cómo? Dando ejemplo y sobretodo, ¡¡No chinchando!!
Quien chincha pierde. Tú como mayor, si no chinchas, la peque
dejará de chinchar y se acabó el problema. Así de fácil.
Me encanta veros jugar, porque desde que Irene era muy pequeña
aprendió rápido, como si fuera una chica más mayor para poder jugar contigo,
porque lo que más quería de su pequeño mundo, era estar a tu lado.
Sois las mejores nietas que una abuela podría soñar y ya veis que
suerte tengo: ¡¡Sois las mías!!
Querida Lucía, tengo ganas de recibir todos esos besos invisibles
que guardas para mí en cajas llenas de esperanzas e ilusiones. Yo guardo para
ti mis abrazos más fuertes, besos, achuchones y mimitos abu, de esos que tanto
te gustan.
Sueño con el momento de escuchar el timbre de mi puerta y gritar muy fuerte ¿¿Quién viene?? ¿¿Quién
viene?? ¿¿Quién vieneeeeee?? Abrir y encontrarme con tus brazos, con tus besos y
arrumacos para no separarnos nunca más.
Mi querida niña de preciosos ojos azabache. Nadie los tiene tan
negros, profundos y brillantes como tú.
Sigue siendo así mi vida: extrovertida porque poco a poco vas
desprendiéndote de esa timidez que te hacía parecer huraña y seria (aunque
algunos decían que antipática, no lo creas, los antipáticos son los que no
entienden la timidez de una niña tan preciosa como siempre has sido). Eres cada día más responsable, trabajadora,
soñadora, alegre, risueña, cariñosa, divertida, dulce, sensible, ingeniosa,
educada, maravillosa, valiente. Con todos estos dones, estoy segura que en la
vida vas a lograr todo lo que te propongas.
Mi preciosa nieta mayor, te ama con locura…
Tu abuela… Marisa
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