¿¿QUÉ
NO ENTIENDES DE QUEDATE EN CASA?? 11-04-20201
¿De verdad no os dais cuanta de lo grave que es esto? ¿Qué no
entendéis de “comprar lo imprescindible” y a ser posible una
vez a la semana? ¿Qué hacéis formando colas kilométricas a las puertas
de los supermercados? ¿De veras entre Jueves y Viernes Santo os habéis comido todo
lo que comprasteis de lunes a miércoles Santo? Quizás no os mate el corona, os va
a matar la gula.
Afortunadamente la inmensa mayoría de españoles tenemos dos dedos
largos de frente, estamos confinados en nuestras casa tal y como se nos está
pidiendo y no por favor, si no porque es lo que hay que hacer. Porque es fácil de
entender que si no nos cuidamos, no cuidamos. Que si hiciéramos lo que nos da
la gana, el caos sería horroroso y las muertes infinitamente más de las que por
desgracia están siendo.
Puede que estemos obedeciendo por miedo; da igual si es por miedo,
por precaución, por obediencia, la cosa es que lo hacemos. Pero resulta que hay
algunos más listos que el resto, que ni miedo, ni precaución ni obediencia, ni
cerebro; de todas las edades, sean o no potenciales primeras líneas de contagio,
simplemente por sus cojones, hacen lo que les da la gana poniéndonos a todos en
peligro.
Nadie sabíamos a lo que nos enfrentábamos y que nos pille con la
despensa vacía tampoco hubiera sido mentalmente bueno, pero de ahí a lo que
estamos sufriendo los trabajadores de supermercados y sus familias, es que no
hay derecho.
Como tampoco hay derecho a que el cliente ponga mala cara al
empleado cuando éstos lo único que les piden es que se pongan para comprar los guantes que gratuitamente tienen a su
disposición. Otros incluso si los ven agobiados de trabajo, se permiten el lujo
de insultarles diciendo “para eso te pagan”, y no, no les
pagan para jugarse la vida por culpa de unos descerebrados, les pagan por hacer
BIEN
su trabajo en las secciones para que estén listas y con los productos
dispuestos para los clientes que llegan amablemente a comprar.
Salimos todas las tardes a aplaudir, llenando los balcones y ventanas de agradecimiento en
honor de los trabajadores que se están
dejando la piel en los hospitales y residencias
de ancianos, o en su camión de bombero, patrulla de policía, camioneros…
Con esa intención lo hacemos, aunque muchos de los que aplauden por la tarde,
también como un rito, van cada día a comprar y no precisamente cosas de primera
necesidad, aunque quizás ellos entiendan por primera necesidad el pan
para torrijas. ¿Qué no saben que las torrijas salen buenísimas con pan del día
anterior? ¿Es que no saben que ya demasiados productos superfluos tenemos? ¡¡Qué
estamos en una situación gravísima y con tener lo verdaderamente
imprescindible deberíamos sentirnos felices y agradecidos!!
Colas kilométricas para estar más rato fuera de casa… Salvo en las
honrosas
excepciones que no formarían más que pequeñas colas, de personas solidarias
y cuyo comportamiento hay que aplaudir, que hacen la compra para aquellos que
no pueden hacerla, sería justo si compran de a poquitos, porque de a poquitos pueden
permitirse pagarlo quienes les hace el encargo.
Además de pasarse la norma de comprar únicamente lo imprescindible
y una vez a la semana, los primeros fines de semana, algunos se pasaban otras
normas por la entrepierna de su coche y salían a sus segundas residencias o a las
playitas a dejar sus virus y contagios donde no los había.
Mucho peor ha sido el salto
de normas durante la Semana Santa: Demencial y sin sentido. Son
gentuzas que sin cerebro han debido pensar que sus vacaciones son más sagradas
que un confinamiento para salvar la vida. ¿Multas? ¡Eso es dinero y no tienen
intención de pagarlo! Saltarse el confinamiento es delito y como tal habría que
tratarlos, como delincuentes a los que había que primero confiscar el coche y regresen
caminando a sus hogares. Luego, que los lleven a visitar hospitales, cuantos más
mejor, y como son tan valientes y no le tienen miedo a nada, que se queden allí
para ayudar a los empleados de la limpieza y a los celadores.
Y si enferman, que las camas para ellos sean las ultimas de la
lista, porque seguramente si algo les ocurre por su inconsciente terquedad, no
les faltará garganta para protestar. ¿No son tan valientes que se ríen de todos
nosotros? Pues adelante que lo demuestren.
Nos mandan quedarnos en casa como máximo sacrificio para salvar
nuestra vida y la de quienes nos rodean, y
siendo tan ínfimo lo que se pide, ni así lo cumplen.
El mundo está parado. Aún no sabemos las consecuencias que tendrá
cuando eche a andar, lo que sí sabemos es que en muchas casas habrá huecos
imposibles de llenar y traumas imposibles de superar por la pérdida de seres
queridos… ¿Trauma quedarse en casa? ¡No! ¡¡Trauma es perder la vida o vérsela perder
a los nuestros sin poder ni darles la mano en el adiós!!
¡¡Y van a venir unos
cuantos miles de imbéciles a salir a la calle porque se agobian en casa!!
No os respetaré jamás, en justa reciprocidad porque
vosotros no estáis respetando.
2 comentarios:
Querida Marisa:
No sé si me moriré del covid19 o de un sofocón, ya estoy superada por los acontecimientos.
Tengo que afrontar lo que queda de confinamiento, que va para largo, con mucha calma o me dará un chungo.
Nosotros de normal compramos un par de veces al mes. Ahora hay un super que nos va a traer a casa la compra.
En fin, paciencia amiga, que no podemos hacer mucho.
Besos a montones para tus niñas y para ti y Jose.
Así es querida, mucho no podemos hacer, pero en estos días que veo salir de casa a mis hijas, y las veo llegar con la impotencia de no saber qué traen a casa por culpa de esos inconscientes, no puedes por menos de revelarte y desearles lo mejor... a ver si dejan de poner en peligro a los que no pueden hacer más que cumplir con su deber.
Mucho nos queda aún, esperemos poder con ello.... y con más.
Besos de 2 a 2 y por supuesto de mis hijas para vosotros
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