HASTA SIEMPRE QUERIDA TIA MARIA

HASTA SIEMPRE QUERIDA TÍA MARÍA  01-02-2020

Querida tía: te vas en silencio, sin dar ruido, sin lugar a despedidas; tan por sorpresa como lo hizo tu querida prima Paz. Hoy tengo una estrella más brillando para mí.

Fuiste mi confidente silenciosa y comprensiva. Sabías mis penas y alegrías porque tuve siempre confianza de hija contigo, y tanta complicidad en la mirada que callando lo decíamos todo cuando a nuestro alrededor a nadie le importaba lo que nos queríamos decir.

No fuiste madre porque el Dios al que venerabas no te envió hijos propios, aunque tenías alma y corazón de madre y abuela para muchos de nosotros.

Me quedo con tu mirada dulce, tus caricias y tu eterna sonrisa. Alguien podría decir que eras un poquito terca. Quizás, pero conmigo nunca lo fuiste ¡¡Jamás!!

Cuando nadie lo hizo, mi tío Bernardo y tú me abristeis de par en par las puertas de vuestra casa, y sobretodo las puertas de vuestros corazones, que es en definitiva con lo que hoy y para siempre me quedaré. Podía faltar cualquiera en mis celebraciones, pero vosotros no. De mi casa siempre estuvisteis en todas las Bodas, Bautizos, Comuniones y cumpleaños.

Desde hoy ya estáis juntitos mi tío Bernardo y tú. Juntos y al lado de los que un día lloraste como hoy lloramos tu partida.

Juntos y para siempre al lado de mis padres, con los que viviréis un eterno Benidorm, eternos viajes y eterna felicidad de hermanas, que más que primas lo erais desde pequeñas.

Dejas mucho amor repartido en tus hermanas, sobrinos... y en Jesu y Bego, que estuvieron pendientes de vosotros y sobretodo de ti cuando te quedaste sola y mientras eras su vecina puerta con puerta. Bego te cuidó como a su propia madre; mi querida Carmen que hoy te llora desconsolada.

Vuelas en brazos de la Virgen de La Casita porque Casitera te apodaron muchos años por ser nieta e hija de “Las Casiteras”.

Nunca estuvo la ermita más limpia, ni la casita tan acogedora y pulcramente encalada, con su botija de agua fresquita, presta para todo aquel que visitaba a la Virgen y llegaba sediento.

Te quiero tía. Mis hijas te recordarán como una buena abuela, porque así las quisiste, así las acogiste cuando aún no teníamos casa propia en Alaejos y ellas allí tenían eventos y amigos con los que celebrarlos.

Mi querida tía, ya miras a los ojos a la Virgen de la Casita. Descansando al lado de los tuyos. Besos al Cielo.

D.E.P. Te quiero