ACABA 2018 BIENVENIDO 2019
En estos
días llenos de buenos deseos y propósitos de enmienda para el año
nuevo, quiero desearos lo mejor. No os daré consejos de con
qué pie se ha de entrar en él, o qué rituales harán que para
ti sea un año maravilloso, porque de los consejos nadie hace caso y las
supersticiones son tan absurdas como irreales; aunque sí os contaré la forma
metafórica de prepararse para los 365 días que se nos presentan por
delante.
Muy
importante es tener muy claras y bien ordenadas las ideas para prevenir las amenazas
perjudiciales para nuestro microprocesador. Pasar el antivirus
y destruir por completo los troyanos que infectaron nuestro 2018 y
que tanto daño hicieron a la placa base de nuestras ilusiones.
Tirar a la
papelera
de reciclaje todo lo que estorba y después vaciarla definitivamente de las
decisiones que no te llevaron a ningún sitio, el llanto que no llegó al río, la
incomprensión que eliminaste cuando te diste cuenta que nunca sabrías con qué
intención te menospreciaron; el perdón que pediste y nadie quiso escuchar, las
horas de risa huecas, las veces que tomaste el camino equivocado, las
discusiones tan absurdas como absurdo el momento de discutir; ver de frente sin
saludar a quien hubieras querido preguntar ¿Por qué? No darte la vuelta cuando
escuchaste a tu paso una ridícula expresión cargada de retorcida mentira que
hubieras podido desmontar allí mismo con sólo decir la verdad; la pena de no
poder estar al lado de quien te necesitó… en definitiva vaciar
la papelera de todo lo dañino que acumulamos sin darnos cuenta que no
servía para nada archivar para intentar quizás solucionarlo más adelante.
Guardar en
un disco
duro extraíble con gran
capacidad de terabyte, los recuerdos que no queremos perder jamás, las experiencias
que nos ayudan a vivir mejor, los errores, para no volver a tropezar con el
mismo pedrusco y hacer copia
de seguridad para asegurarnos de no perder lo que nos hizo felices a
nosotros y a los nuestros.
Limpiar y ajustar
bien el teclado para que lo que escribes se interprete con el corazón y el
sentimiento que pusiste en cada letra, en cada palabra, en cada mensaje, sin la maldad que conlleva que
algunos lean entre líneas al antojo del
lector y no con la intención del escribiente que lo hace directo al corazón de
quien lo lee. Tergiversar lo escrito, con malsana intención, es el
peor de los troyanos.
No poner
nombre propio al destinatario, con intención de que cada uno pueda reutilizar
el texto con el fácil “copia y pega”, seguramente consigue
el efecto adverso del que pretendes, pero es tu forma de expresarte y lo
asumes…
Aunque en
ocasiones te encantaría poner en negrita y cursiva todo el texto, no
lo haces porque al final te dará lo mismo: cada quien leerá, interpretando lo
que le plazca. Afortunadamente a quien tiene dudas, me pregunta, se las aclaro,
hace un guardar como y punto final.
No te preocupes
si tu pantalla no es de última generación y en vez de plana y
moderna, es de las que ocupa mucho en tu escritorio y estorba, porque lo
importante no es su apariencia, nadie es perfecto, y por muy bueno
que sea tu ordenador, si la pantalla no enciende, no podrás ver nada de lo
guardado y dejaría de existir.
Por
último, formatear el ordenador del corazón y la razón para que no quede
ni rastro de los virus que infectaron nuestra tranquilidad en
2018 y dejar todo el espacio libre para lo maravilloso que
guardaremos a lo largo de 2019.
Feliz año a
todos; a mi familia y amigos, a quienes
quiero y me quieren. Sin vosotros la vida no tendría sentido.
FELIZ AÑO
2019
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