En
2012 y lo que llevamos de este 2013 se nos han ido grandes nombres de actores o
actrices que en la misma época llenaron las pantallas españolas. Alfredo
Landa ha sido el último que el pasado día 9 nos dejó octogenario.
Pepe
Sancho, Sancho Gracia, Paco Morán, Miliki, Tony Leblanc, Carlos Larrañaga, Paco
Valladares, Fernando Guillén, Quique Camoiras, Pepe Rubio, Juan Luis Galiardo;
la gran Aurora Bautista y la bellísima –en su época- Sara Montiel o María
Asquerino, han sido algunos de esos nombres –a los que acaba de unirse Alfredo
Landa- que brillaron en los luminosos de grandes cines o teatros y que llegaron
al final de su periplo en esta vida para volar al gran teatro celeste y seguir
interpretando grandes éxitos sin la agonía de estudiar los guiones o sin la
soledad privada que queda en muchísimos casos tras un gran aplauso.
Ellos
dedicaron su vida a la interpretación para que nosotros pudiéramos disfrutar de
su trabajo y del de los escritores o directores que pusieron en sus manos el
fruto de sus escritos o el esfuerzo en que esos escritos cobraran vida en las
pantallas o en las tablas teatrales.
Puso
FIN con estruendosa música en los cines para ellos. Bajó el telón, y se apagó
el eco de los aplausos; reposan libretos y guiones. Acabó la lucha por el éxito; tristeza por la soledad no buscada; la pena por ser olvido en sus últimos años…
Descansen
en paz estos hombres –y mujeres- porque estos actores –y actrices- no morirán
jamás.
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