SUS MANOS ME AYUDAN 08-01-2020
Al salir de la consulta,
recibí este mensaje con sus manos… Las mismas que me ayudaron siempre sin
rendirse. ¿Cómo voy a rendirme yo? Si he podido luchar ha sido por vosotros: mi
vida y mi aire. ¿Cómo voy a caerme? Caer es imposible con este apoyo y el que
me estáis dando todos los que me queréis y estos días habéis estado pendientes
de mis resultados, que han sido “los mejores” que cabía esperar: (las añejas lesiones
existentes que sería largo e innecesario comentaros) y degeneración muscular por
artrosis.
La misma que llevo padeciendo los años que os contaba en mi anterior entrada, agravada
lógicamente por esos muchos años transcurridos, pero la buena noticia es que
están ahí pero “Sin evidencia de lesiones
sospechosas de malignidad”. ¡¡Ahí es nada!!
La prescripción para una
mejoría que me permita seguir dando guerra, es: unas sesiones de rehabilitación,
pastillas para engañar a esos persistentes y maleducados dolores y un paseíto
tranquilo mirando obras, con lo cual, todo el mundo tranquilo; a los dolores ya
los conozco por su nombre y apellido, por tanto podré seguir cagándome en su
put… adorable madre que los parió, de frente y con valentía.
A los que estáis, (y sabéis
quienes sois) gracias por estar siempre a mi lado. Lo que no puedo conseguir
sola, ya sé bien dónde encontrarlo. Esto no es más que otra cosa que este
cuerpo se empeña en padecer sin ser invitado: No me pongo al sol y tengo
manchas como sábanas en mi piel, nunca fui comilona, pero si gorda como la
lista de gastos navideños; nunca me gustó mucho el dulce y soy diabética, nunca
fumé y tuvieron que extirparme pólipos en la garganta, y ahora con lo buena
gente que soy, resulta que también soy una degenerada… muscular, pero
degenerada.
Brindo por todos vosotros (los
que sabéis quienes sois)… Y los dolores que me anquilosan… a la mierda.
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