NOTICIAS QUE QUEDAN SIN PALABRAS
El mundo
está podrido, y no sólo me refiero a la política, porque ya sabéis que de
política no escribo ¡¡Aunque el tema daría para varias críticas diarias!!
Tampoco escribiré hoy de las locuras que ocurren fuera de nuestras fronteras
porque alargaría demasiado esta crítica-crónica.
Durante el
último mes, las noticias que escuchamos cada día ponen los pelos de punta a los calvos.
Van de mal en peor. En la vida cotidiana del mundo parece que la locura impera.
Ya por
costumbre, las noticias nos las bombardean; dejan de ser una información
importante para convertirse en horas y horas en todas las cadenas para ver
quien desmenuza más el tema, repitiendo lo mismo día tras día hasta que surge otro
tema escabroso en el que clavar el aguijón y que todo el informativo gire sobre
un nuevo mono tema, como si en el mundo no existieran otros problemas también
importantes con los que llenar sus horas de informativos. Gusta estar
bien informado de las cosas que ocurren bajo el cielo que nos cubre, pero no
repetir y repetir imágenes con detalles tan brutales, que al final, nos
volvemos insensibles a ellas y parece que nada tuviera la magnitud humana que
en realidad tiene.
Me
centraré en las noticias que últimamente circulan en ésta piel de toro, mucho más negro
zaino que nunca.
Cobardes padres
asesinos que sin sentido acaban con la vida de sus hijos con la única intención
de hacer daño a sus parejas o ex parejas. Un padre (o madre) tira a sus hijos
por el balcón causándoles la muerte y pocos días después se repite algo
parecido, es como si fueran “modas” y el mundo quisiera ir a la última.
Cobardía ha de ser que cada día haya más mujeres
maltratadas y asesinadas por los hombres a los que un día amaron o por el
primer desalmado que decide al azar destrozarles la vida a ellas y sus familias.
En demasiadas ocasiones la solución para ellas llega tarde y su historia ya no
sirve más que para ser una noticia rimbombante durante unos días.
Hombres
que callan el maltrato que sufren de manos de sus mujeres ¡¡Que
los hay!! Y que por miedo no denuncian, como si por ser hombres, el maltrato que sufren sea de menor categoría o importancia
del que sufren las mujeres.
En estos
días además estamos escuchando horrorizados que el asesino de un
paso más y no sólo ha maltratado durante años a su madre sin que las
autoridades hayan podido evitarlo; ahora el animal se vuelve caníbal y se estaba
comiendo lentamente el cadáver de su madre a la que había descuartizado ¡¡Dónde
vamos a llegar!! Ni en el más atroz guión de película se escriben cosas tan
espeluznantes.
Sin
palabras que describan el hecho al que me voy a referir llevamos días. Una
noticia que ha llevado a Valladolid a encabezar portadas de periódicos y
noticiarios. (Nunca nos sacan para nada bueno).
Hablando
de gentes sin escrúpulos, en muchas tertulias habremos especulado en voz alta,
que en los crematorios del mundo entero ¿¿quién les impide dar el cambiazo a
los féretros para revenderlos?? Y revender así mismo las carísimas coronas,
ramos y centros mientras la flor aguante.
Eso
hubiera sido lo de menos, mucho mejor ese supuesto de tertulia, que las
cosas que ahora tenemos la presunta certeza que ocurrían en uno de los
más “afamados”
tanatorios de nuestra ciudad.
Cada nuevo
dato que se sabe de esta noticia pone más los pelos de punta. No quiero ni
imaginar cómo estarán ahora los pobres familiares inmersos en un drama que jamás
imaginaron.
Aquí no
vale el “difama que algo queda” porque están enseñando pruebas que no
dejan lugar a ninguna duda. Incluso sin pudor, muestran fotografías de
los féretros aún ocupados por los cadáveres a los que iban a mancillar.
Se queda
uno sin calificativos para denominar a estas ¿personas? Que han
llevado a cabo estas profanaciones durante más de veinte años.
No importa
quién es el verdadero o verdaderos culpables, lo que importa es que paguen las
aberraciones que han hecho con penas de no volver a ver la luz del día,
y no
poder descansar tranquilos jamás. Porque aunque indemnicen a los deudos,
jamás les pagarán el daño profundo que están recibiendo.
Con los
hechos, a los fallecidos ya no se les podía hacer daño, pero el que están
sufriendo los familiares es inhumano.
Mi
solidaridad con todos los que pensaron que lo peor que podía pasarles en la
vida, era perder a un ser querido; ahora lo peor es ver fotos de ese ser
querido publicadas en prensa con un cartel y apuntes en libretas donde pone
datos de la extorsión de la que iba a ser objeto; y pensar en su fallecido
indefenso en manos de indeseables y en tener en su casa con veneración una
cenizas vete a saber de qué o quién.
También éstos
días se están destapando fraudes en residencias de ancianos, que además de no cuidar
como se merece al humano que allí se ingresa (o lo ingresan las familias con
mucho dolor, cuando sus capacidades ya no son idóneas para poder cuidarse por sí
mismo) y le hacen intransitables los últimos pasos de su camino en la vida,
haciéndoles sufrir la peor de las torturas: el desamor, no sólo en cuerpo y
alma, también en saquear sus cuentas bancarias.
Cierto que
hay muchas residencias que verdaderamente se encargan como es de ley humana y
divina, de cuidar y atender a sus ancianos. Doy fe porque tengo buenas amigas
trabajando en residencias de ancianos y lo que cuentan, pone los pelos de
punta, porque hay que tener muchas dosis de abnegación, amor y entrega para
cuidar de estos ancianos que en ocasiones con la mente perdida, son enfermos que
no siempre son capaces de devolver siquiera una sonrisa a cambio de los
cuidados; aunque esto jamás podría justificar lo que hacen estos otros humanos
inhumanos que además de no atenderles bien, les saquean las cuentas bancarias,
y de esta mala gente, salen demasiados a la luz, cuando no debería haber ni uno
solo.
Por cómo
va la vida, sabemos que más pronto quizás que tarde, o nos morimos antes, o
nuestros últimos días estarán destinados a acabar en una residencia de
ancianos.
Miedo da
pensar que cuando no podamos valernos, nos toque en el sorteo para cuidarnos,
gentuza que nos maltrate y además de cobrar un montón por ello, se cobren
nuestros ahorritos; esos que con tanto esfuerzo de vida y lucha logramos para tener
una vejez digna y en buenas manos.
Me despido
con la noticia de ayer y hoy: dos padres de los que todo el entorno sospechaba
que no eran “normales”, han asesinado a sus dos criaturas de 5 meses y 3
años.
Nadie
denunció el cómo veían “vivir” a esas criaturitas. Ahora que
ya no hay remedio. Ahora que los niños ya no necesitan nada, son noticia de
bombo platillo y trombón. ¿Ya para qué?
Si España se
volcó en intentar salvar a un precioso niño que cayó accidentalmente a un pozo
¿Cómo no se hubiera volcado en salvar las vidas de tantos pequeños como están muriendo
de forma tan cruel y vergonzante?
2 comentarios:
Los vellitos de punta, sí.
Esas cosas son como la política y lo políticos que son para no echarle cuenta.
De todos modos ésto que relatas suele pasar entre las personas de menor poder adquisitivo, a los que se llevan calentitos los millones de euros no les ocurre. Claro que si tiramos por ahí ya estamos metidos en política.
Si creyera en dios diría que nos coja confensados, pero ni eso...
Pues sí, amiga mía. Ni hablar de política y "Con la iglesia hemos topau", palabras retiradas de mi diccionario particular.
Mil besitos mis chipineros y feliz semana
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