¡¡HASTA SIEMPRE CUATE!! 14-10-2016
Querido
Jose Félix ¡¡Qué injusta fue la vida en tu final!! No quiso el destino respetar
lo que tú mismo habías escrito; o creías estar escribiendo, aunque en realidad querido
cuate, lo único que hacemos en la vida son planes, que en ocasiones alguien
viene y nos los desbarata por completo.
Con todo
preparado para venir a tu casa; a miles de kilómetros, por sorpresa se cruzó en tu camino la guadaña maldita. Se
coló en tu vida para llevársela cuando de nada le servía porque era tuya y sólo
tuya.
Pili fue
la primera en recibir el brutal mazazo, y la encargada de contar el horror al
resto de tus hermanas y a tu familia: Ya no estabas, te arrancaron de su lado
con la crueldad infinita de los renglones torcidos que el destino imprime.
En mi
caso, aprendí a conocerte gracias al amor con que tu hermana Pili siempre me
habló de ti, y aunque no tuvimos ocasión de vernos muchas veces, conmigo fuiste
amable, cariñoso y cercano. Me dijiste palabras que no olvidaré, porque en un
momento de aflicción, supiste aliviar mi pesar, y sentir que gracias a leer en
su Blog las cartas que de él publicaba, los últimos días del yayo Félix fueron
un poco más felices.
¿Qué habrá
dicho él al verte llegar? Al yayo Félix lo despedimos hace cuatro años con
infinita tristeza, con mucho dolor porque nunca queremos que llegue la
despedida por más que fuera “Ley de vida”… ¡¡Ley… de vida!!!
Recorriste
el mundo entero impartiendo sabiduría, corriendo toda clase de peligros y ha
tenido que ser en el lugar donde más seguro te sentías.
No lo
merecías Jose. Una persona tan buena, honesta, cabal, trabajadora, inteligente,
amable, cariñosa… todas las virtudes humanas te adornaban, y por eso no
mereciste jamás un final tan prematuro y tremendo.
Tu luz se
apagó sin sentido, con toda la vida y las ilusiones por delante, cuando hay
demasiada gente loca que busca y hace méritos para marcharse y aquí están
ellos, y ahí estás tú.
Hoy tu
familia que no puede respirar sin ti, se quedan con la desolación de tan
injusta e inesperada partida. Creen estar viviendo en una película de terror y
pesadilla donde el protagonista no sabía su papel, ni deseó jamás
interpretarlo.
No les
queda siquiera el consuelo de conservar tus cenizas junto a las de tu amado
padre, o el de haber podido despedirse de ti en un sepelio que se efectuó a
miles de kilómetros.
Tu querida
madre, a la que desde tan lejos telefoneabas cada día, en varias ocasiones dijo que esperaba tu
inminente regreso para morir tranquila. Ahora querrá morir para volver a verte
y no separarse jamás de ti.
Tus
millones de amigos te lloramos sin consuelo, impotentes por no poder hacer nada
para borrar el sufrimiento de tus más allegados.
Descansa
en paz junto a tu querido padre, tío
Paulino y junto a todos los que partieron y hoy te reciben con amor y
extrañeza.
Junto a
ellos has de mostrar a tu madre y a tus hermanas, a los sobrinos que te adoran,
a tus cuñados, a los íntimos amigos el camino para seguir sin ti.
Descansa
en Paz querido cuate y envíales paz para
aliviar su tremenda pena.
Querido
yayo: Ya ves qué prematuramente llegó a tu vera tu amado hijo.
Tú
ya sabes de qué va esto, pero él, no tuvo tiempo ni de prepararse para el largo
vuelo, ni de despedidas de tanta gente como amó y hoy le lloran impotentes e
incrédulos.
Ayúdale
a volver para velar sus sueños, tal como tú lo haces cada noche. Enséñale a
decirles que no lloren, que sientan que no se fue y como tú, jamás se irá
mientras ellos mantengan vivo su recuerdo.
Una
madre jamás debería ver partir a ninguno de sus hijos y aunque le oculten
datos, ella sabrá que no volverá a ver a su niño del alma. No habrá para ella
dolor más insoportable que saber que ni un solo día más recibirá su llamada, ni
volverá a abrazarle. No tendrá consuelo ni vida para desear seguir respirando
sin él.
Todos
hemos dicho: qué suerte que no estás para sufrir esta noticia y qué suerte
tiene Jose que estás para abrazarle a su llegada.
Dulces
sueños querido Yayo. Ya nunca te sentirás solo.
2 comentarios:
¡Cuánto siento que tú padezcas!
No lo conocía, pero te acompaño en el sentimiento.
Besos achuchaos.
Gracias María. Ha sido una tremenda pérdida y me siento muy unida a esta familia. En ocasiones más incluso que a la mía. Ya sabes, los amigos muchas veces son más que lo que llaman "sangre por las venas". Y cuando ellos sufren, sufrimos con ellos.
Besitos preciosa!!!
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