ANUNCIO LOTERIA NAVIDAD 2015
A estas alturas pocos no
habremos visto o sabremos de la existencia del anuncio de lotería de navidad
2015.
Desde hace algunos, cada año
este organismo nos sorprende con anuncios emotivos que no sé si harán lanzarse
al personal a la administración más cercana a comprar un decimo para tentar a
la suerte, pero sí nos hicieron reflexionar, emocionarnos… o incluso estar al borde
la arcada como fue el caso de 2013.
No se me enfade nadie de
Pedraza precioso pueblo segoviano donde se rodó (que pocos recuerdan por causa
del tal anuncio), ni la música o la historia protagonizada por muchos famosos,
pero la sonrisa profiden y caballuna que cerraba las imágenes, dieron más que
hablar que cualquier otro mensaje que se pretendiera dar; y si no, que se lo pregunten
a los autores carnavalescos que aquel año lo utilizaron para sus mejores cuplés.
Aquel mítico calvo que
durante años se coló en nuestros hogares en forma de “corto”, cuyos autores
supieron atrapar muy bien nuestra atención, desapareció sin decirnos adiós, y
dio paso a otros cortos realmente interesantes.
El año pasado todos
recordamos la cara del pobre señor apesadumbrado por no haber comprado un décimo,
y la del tabernero que había guardado un décimo como si un ángel le hubiera
anunciado que iba a tocar.
Todas estas historias creo
que cumplieron sus objetivos de éxito, tanto que este año han repetido ligeramente
el final de la historia. Ese “ligeramente”, creo que es lo único en lo que se
parecen el anuncio 2014 y el presente de 2015.
Lo vi completo el día que lo
estrenaron y me emocionó. Un corto precioso de animación, con una bonita
historia de un vigilante nocturno en una fábrica de maniquíes, que sin
coincidir con ninguno de sus compañeros en horario, si coincidía en
sentimientos hacia todos ellos.
Es una pena que al ser tan
largo, cada día lo acorten para emitirlo.
El otro día tuve la suerte
de verlo en la gran pantalla de cine justo antes de la película que íbamos a ver
y así, aun es más emocionante verlo y escuchar la música.
Una señora que tenía justo
detrás de mi cogote, cuando llevaba un rato de proyección comentaba con su
amistad… “¿Qué es esto?”. Supongo que iría pensando en ver el avance de alguna
nueva película como suelen hacer en las salas de cine, y aquello no le parecía
tal. Un rato después dijo… “¡Ah, es el anuncio de la lotería! Hija, pues es
igual al del año pasau”.
Está claro que hay trabajos
que no se saben apreciar, porque decir que “es igual al del año pasado” demuestra
muy poca sensibilidad para con los
artistas… ¡En fin, hay gente pa tó y gente pa ná!
Hoy me he enterado que la
hipotética fábrica de maniquíes, que el hipotético Justino vigila, estaría
ubicada en esta ciudad de niebla espesa y frío cortante como la escarcha.
La casualidad hizo que
aparezca nuestro prefijo telefónico en un ficticio cartel de “Radio Taxi”
pegado en la corchera donde también estaba el papel con la lista donde los
empleados iban apuntando su nombre para comprar la lotería que Justino no compró.
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