28-06-2015
Querido Isaac, querido
quinto: Has dejado de sufrir y ahora por fin descansas. El destino escribió
para ti demasiado dolor. Un sufrimiento inimaginable que quebró tu vida y la de
todos los tuyos en el mismo momento de la fatal caída hace casi 13 años.
Tu mujer y tus hijas vivían
para ser tus manos y tus piernas, amándote incondicionalmente pese a tus
estados de ánimo. Hay que meterse en tu piel para saber lo que sentías y ellas
lo saben porque juntos soportasteis el sufrimiento extremo hasta que tu destino
escribió basta.
El cuerpo menudo de tu
madre, mujer incansable trabajadora, siempre vital, alegre, jovial; recibía una
sacudida que ninguna madre merece al saber que su querido hijo estaba condenado
a vivir postrado sin poder mover voluntariamente un solo músculo de su cuerpo,
y hoy te ve partir para siempre de su lado.
El pueblo quedó consternado
al saber de tu desgracia y hoy lloramos tu partida, en mi caso con amargo
sentimiento por no haber tenido valor de demostrarte el verdadero afecto que
sentía por ti sobre todo desde que preparamos ilusionados nuestra quinta de 45
años allá por el 2002.
Junto a Pedri, tu
inseparable compañero de trabajo, fuiste quien más me ayudó en aquella bonita
tarea. Disfrutamos mucho la quinta, la reunión con los nacidos en Alaejos en
1957. Aquel día decidimos repetir el evento al cumplir los 50 años, pero tu
estado de salud nos quitó las ganas y nunca más volvimos a reunirnos.
Me daba alegría al cruzar
contigo un saludo y saber que dentro de tu desgracia, eras capaz de manejar
solo la silla que te permitía pasear las calles de tu pueblo. El pueblo que hoy
te llora y te dice adiós.
Desde aquí envío a toda tu
familia un fuerte abrazo, especialmente a Tere y vuestras hijas, a mi querida
Mari, Mariangeles, Carlos y todos cuantos lloran con amor por ti.
Hasta siempre Isaac. Hasta
siempre quinto amigo, hasta siempre chispitas…
2 comentarios:
¡Qué duro amiga!
Todas las pérdidas lo son. Las prematuras más.
Me entristezco.
Gracias guapa!!! Un gran abrazo para ti
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