Queridos amigos gaditanos:
Vuestro mar de plata vuelve hoy a convertirse en “Mar de coplas de carnaval”,
donde las agrupaciones comienzan a ver los primeros frutos de su constancia,
ingenio, sensibilidad y amor por la tacita y sus carnavales. Arranca el concurso de agrupaciones.
La magia que conlleva actuar
en el Teatro Falla como antesala de “La calle”, sólo pueden vivirla aquellos
que con su esfuerzo lograron algún día pisar sus tablas. Esa magia que envuelve
a quienes (me incluyo) amamos el carnaval gaditano, aunque nuestras raíces sean
de pura cepa castellana, y una vez más tengamos (vuelvo a incluirme) que
conformarnos con no poder ir a Cádiz en el mágico Febrero.
Muchos de mis buenos amigos
actuarán estos días y yo no me perderé esas actuaciones, para aplaudirles desde
mi salón y que mi ánimo les llegue tan fuerte como los aplausos y vítores que
recibirán en el teatro Falla.
Quien pudiera volver a pisar
el Falla, y ver desde un palco, butaca o paraíso, esa montaña de arte, de
sentimientos, de risas dulces y ácidas, de alegrías y tormentos reivindicativos
en coplas de carnaval.
Sigo soñando con volver a
ver a mi chirigota sobre las mágicas tablas del emblemático teatro gaditano.
Espero que el maleficio que desencantó su encanto se diluya y vuelva a picarles
el duende del carnaval que tantas horas de gloria les dio envuelto en
sinsabores, y que tantas risas nos dieron con su arte e ingenio inimitable.
A todos vosotros queridos
amigos gaditanos (y sevillanos), que tanto me hicisteis feliz. A quien sin
gustarle el carnaval fue capaz de reglarme lo mejor de él, y a quienes me
hacéis sentir que soy una más de vosotros, os deseo el más intenso y feliz de
los carnavales. Que vuestro Coro Sudamericano, Comparsa Mindundi o chirigotas añoradas y queridas, no se vean lastimadas
por la varita de un jurado incompetente y manipulado. Que nadie rompa vuestras ilusiones,
porque los aficionados ya hemos perdido demasiado y no queremos seguiros
perdiendo.
No puedo dejar de sentir nostalgia
de aquellos años en que ver competir a mi chirigota me hacía sentir gaditana aunque
sólo fuera un poquito. Quizás por eso me
indigna que autocares de bajo precio inunden vuestras calles de gente que lo
que menos le importa es Cádiz y mucho menos su carnaval.
Un fuerte abrazo a todos: participantes,
simpatizantes, disfrutantes y “Luz neutra”.
Feliz carnaval, feliz vida.
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