FAEMINO Y CANSADO EN EL CARRIÓN

FAEMINO Y CANSADO EN EL CARRIÓN  19-12-2017

“Quien tuvo retuvo” es el título del espectáculo que mi hija Laura me regaló sabiendo que sería un acierto pleno y como colofón de los momentos mágicos vividos desde este verano y que ya compartí con vosotros.

Muchas veces las cosas no salen como las planeamos (o nos las planean). Hay ocasiones que el destino nos hace pagar un peaje tan injusto como inesperado. Lo bueno es lograr lo soñado y sobretodo, disfrutarlo.

Así un poco trastabillado el ánimo, llegamos a ocupar nuestra localidad en el Polo Norte, o lo que es lo mismo, el achacoso teatro Carrión… Sencillo, coqueto, con olor a local anciano; calidez ambiental de nevera y acústica tan pésima que los del gallinero intuyo que sólo escuchaban con claridad los aplausos y las risas de quienes estábamos en las primera filas de platea.

Supongo que en verano se cocerán de calor los espectadores, pero en las temperaturas pucelanas de mediados de diciembre, fue tontería despojarse del abrigo que volvimos a enfundarnos justo antes de convertirnos en estatuas de hielo. Juro que las calles de Valladolid son frías, y el interior del teatro Carrión lo es aún más.

Afortunadas por estar en la 4ª fila, el humor cálido e inagotable de Faemino y Cansado que brotaba del escenario, calentó nuestro espíritu durante toda la función.

Nuestros admirados actores volvieron a sembrar de humor enredado nuestras ganas de disfrutar juntas el regreso de aquellos lejanos días como si el tiempo hubiera vuelto atrás y no hubiera pasado ni por nosotras ni por ellos. De un plumazo nos plantamos en aquel Tele-Le maravilloso de tantos y tantos buenos momentos compartidos viendo a estos genios inimitables del absurdo.

La vida es tan jodida, que poder robarle esos buenos ratos en medio de la hiel, hace que merezca la pena luchar.

Todo cambia tanto, que recuperar por unos momentos aquellos días, no sólo es grato, es además merecidamente placentero.

Ya vendrán tiempos mejores; han de venir y mientras tanto, vivamos el presente aunque sea recordando un hermoso pasado, soñando el maravilloso futuro que sin duda está por llegar. Aprovechando mientras tanto todos los buenos y mágicos momentos que podamos, sin dejar que los malos nos puedan.