LAS EMPANADAS DE SAN ISIDRO EN ALAEJOS 10-05-2015
Apenas pasada la fiesta
local del 10 de Mayo, había que empezar a preparar la de San Isidro.
En Alaejos cada 15 de Mayo
se celebra la festividad de este santo labrador, amén de con procesiones, misas
y descanso en las labores del campo, con reuniones en pandas (cuanto más
grandes mejor) para comer y merendar sobretodo tortilla de patata hecha
lentamente en la lumbre y la típica y riquísima empanada: mazacote de pan dulce
rellena de chorizo y lomo de olla de la matanza casera.
Desde hace unos pocos años
la normativa de sanidad nos privó de la liturgia en la elaboración de empanadas
y molletes caseros cocidos en el horno de “Los Ramones”. Único típico horno de
panadería familiar que continúa funcionando en Alaejos.
Los días previos al 15, las
mujeres con mejor maña y centenaria receta, se acercaban a la panificadora
cargadas con el mejunje preparado la noche anterior con leche de oveja, manteca
de cerdo, sal, azúcar y aceite en las proporciones que aprendieron de sus
madres y abuelas; un barreño para amasar y una pota llena de chorizo al que
habían quitado la piel y lomo frito que aguardaban en conserva de aceite o
manteca desde la matanza, y que iban a utilizar para rellenar la masa
resultante de juntar el “mejunje” con harina y levadura que proporcionaba el
panadero.
Recuerdo con mucho cariño
esa mañana en el horno, el guirigay de mujeres envolviendo ingredientes hasta
formar la masa que se rellenaba para empanadas y adornos o se dejaba sin
rellenar para molletes sin adornar.
Una vez listas, se les
colocaba un palillo con un papelito en el que escribían el nombre para que no
hubiera confusión entre el enorme trasiego de artistas de la masa.
Se colocaban las piezas en
baldas para que “enlludaran” pactando el tiempo necesario para volver al horno
a terminar el proceso.
Una vez reposado, vuelta a
la panadería para ver entrar y salir de él las empanadas y molletes dorados y
humeantes, a los que se les untaba con un cepillo impregnado en agua azucarada
para darles el último toque brillante y apetitoso. En las casas, el olor era
impresionantemente apetecible.
Como en casi todo, en esto
también había tradición “Empanadera” y
Molletera”… Cada artesana no sólo hacía una pieza para consumo propio o
familiar. Solían hacerse varias para regalar a la parentela “forastera”, o con
menos ganas de “perder la mañana en el horno”, con el “engorro” que suponía
¡¡pobres ellas!! Se perdían una mañana casi festiva –de trabajera pero alegre-
elaborando empanadas (la de cada una la mejor y más bonita faltaría más). Tanto
las grandes como las pequeñas, se adornaban poniendo en lo alto tiras de masa
haciendo formas, flores o la letra inicial del nombre del destinatario.
Muchas empanadas y molletes
viajaban por aquellos días hasta los
puntos de España donde habían (habíamos) “alaejanos ausentes”, para que
pudiéramos disfrutar el día de San
Isidro tan exquisito manjar.
En casa de mis padres, nunca
faltó la empanada que enviaba mi abuela, y otras “para los niños” riquísimas de
mi tía Demetria y más tarde de Filo. Y en mi casa, mi tía María Perlines aún me
sigue regalando empanadas para la fecha.
Con Filo pasé ratos
inolvidables en el horno haciendo mis propias empanadas, durante los últimos
años que aún se podían cocer en el horno de leña del panadero… en realidad ella
las hacía, yo sólo bulto, fotos y vídeo.
Las actuales empanadas las
elaboran en el mismo horno antes mencionado conocido popularmente como “los
Ramones” aunque es la “Panadería Mangas”. En sabor es lo más parecido y que más
recuerda a aquellas antañonas, aunque como en todo lo que se elabora a nivel
industrial, el calor del brazo y abrazo familiar no está en el producto… ni el
choricito de la conserva casero tampoco. Son ricas, pero no “únicas”.
Se da la circunstancia que
estas recetas de empanada no salen en hornos caseros tan ricas como en horno
panadero… ¿O es que verdaderamente las manos artesanas no son las mismas y lo
acusa la masa?
Espero que os haya gustado
el reportaje fotográfico, ya que el olor y el placer de degustarlas fue
nuestro.
El relato de las
celebraciones de antaño y actuales documentados con fotos, lo publicaré el día 15.
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