VERDADES, MENTIRAS Y HABLADURÍAS

Me pregunto qué o por qué de pronto hace saltar la noticia, el mundo se revoluciona y ya nada vuelve a ser lo mismo.

Algunas de estas informaciones a una le hacen saltar del asiento al escucharlas por asemejarse más a falacias que a realidad. Quizás los protagonistas del hecho nunca quisieron que su caso se viera envuelto en polémica, porque todo el mundo tenemos algún rincón que no queremos que sea mostrado al mundo; mucho menos que se manipulen nuestras vidas porque podría afectar a nuestro entorno irremediablemente.

En este caso, el tema no me afecta personalmente, pero sí a personas a las que aprecio y con las que me relaciono a menudo.

El tema principal ha saltado y al parecer es cierto; quizás sea la única verdad de toda la maraña de dimes y diretes que me han llegado de diversas fuentes sin haber preguntado a ninguna.

Ese tema principal a nadie le importa por qué ha pasado. Pasó como tantas veces ocurre, las personas adultas toman decisiones que no todo el mundo entiende, pero que deberían ser respetadas porque bastante sufren los protagonistas como para que nadie comience a especular los porqués.

Cada casa es un mundo y de puertas adentro, sólo quien “echa la llave”, tiene derecho a manejar los hilos.

Una vez tomada la decisión, inevitablemente los más “íntimos” se enteran y siempre hay alguno que “se va de la lengua”, entonces  se forman los corrillos comentándola y todo el pequeño mundo se revoluciona, comienzan las especulaciones y vete a saber quién es el primero que diciendo en alto sus propias conjeturas, hace que quien lo escucha dé por hecho que son certezas, entonces lo que corre como reguero de pólvora es la elucubración, no la realidad.

La bola en poco tiempo se hace tan grande que además de ser difícil pararla, es imposible medir las consecuencias negativas para quienes además de estar sufriendo por la decisión tomada deben hacer frente a las habladurías.

En ocasiones se involucra a terceras personas que quizás no tienen nada que ver y que por vete a saber qué capricho de otros, enarbolan el “difama que algo queda” inventando atrocidades que no benefician a nadie y que ni aunque tuvieran un soplo de verdad deberían importar a otros que nada tienen que ver con el asunto.

En este caso no hay vencedores ni vencidos porque para todos hay estera que repartir. Han unido un dime con un direte, un pienso yo, con un me han dicho y han revolucionado la noticia principal que sólo y únicamente atañe a sus protagonistas.

Amigos míos, espero que seáis fuertes para recibir el envite, desoigáis maledicencias y continuéis con la vida igual que hasta ahora, con la diferencia que conlleva  la decisión que vosotros mismos habéis tomado ya.

Si no hubiera otra solución más que la tomada, os deseo una felicidad que ahora quizás veis lejana, pero estoy segura que llegará.

Desabrocharos las orejas antes de salir de casa; todos sabemos de qué entorno salen las injurias.

Si de entre toda la mentira, hubiera algo de verdad, sería vuestra, únicamente vuestra y nadie debería inmiscuirse en ello, porque sólo os atañe a vosotros.

Mi deseo es que a quien escupió hacia arriba, le caiga una cagada de elefante en la boca.

Os envío el mismo cariño y amistad que siempre os tuve, y mis mejores deseos de un pronto olvido para una rápida reanudación de la vida.