
Nunca creas lo que dicen que otro dice que le han dicho. Sólo cree y asevera lo que al punto escucharan tus oídos. Las "buenas fuentes" para el agua potable.
jueves, 14 de mayo de 2015
FIESTA DE SAN ISIDRO EN ALAEJOS

lunes, 11 de mayo de 2015
LAS EMPANADAS DE SAN ISIDRO EN ALAEJOS
LAS EMPANADAS DE SAN ISIDRO EN ALAEJOS 15-05-2015
Apenas pasada la fiesta local del 10 de mayo, había que empezar a preparar la de San Isidro.
En Alaejos cada 15 de mayo se celebra la festividad de este santo labrador, amén de con procesiones, misas y descanso en las labores del campo; con reuniones en pandas (cuanto más grandes mejor) para comer y merendar sobre todo tortilla de patata hecha lentamente en la lumbre y la típica y riquísima empanada: mazacote de pan dulce rellena de chorizo y lomo de olla de la matanza casera.
Desde hace unos pocos años la normativa de sanidad nos privó de la liturgia en la elaboración de empanadas y molletes caseros cocidos en el horno de “Los Ramones”. Único típico horno de panadería familiar que continúa funcionando en Alaejos.
Los días previos al 15, las mujeres con mejor maña y centenaria receta, se acercaban a la panificadora, cargadas con el mejunje preparado la noche anterior con leche de oveja, manteca de cerdo, sal, azúcar y aceite en las proporciones que aprendieron de sus madres y abuelas; un barreño para amasar y una pota llena de chorizo al que habían quitado la piel y lomo frito que aguardaban en conserva de aceite o manteca desde la matanza, y que iban a utilizar para rellenar la masa resultante de amasar el “mejunje” con harina y levadura que proporcionaba el panadero.
Recuerdo con mucho cariño esa mañana en el horno, el guirigay de mujeres envolviendo ingredientes hasta formar la masa que se rellenaba para empanadas y adornos o se dejaba sin rellenar para molletes sin adornar.
Una vez listas, se les colocaba un palillo con un papelito en el que escribían el nombre para que no hubiera confusión entre el enorme trasiego de artistas de la masa.
Se colocaban las piezas en baldas para que “enlludaran” pactando el tiempo necesario para volver al horno a terminar el proceso.
Una vez reposado, vuelta a la panadería para ver entrar y salir de él las empanadas y molletes dorados y humeantes, a los que se les untaba con un cepillo impregnado en agua azucarada para darles el último toque brillante y apetitoso.
En las casas, el olor era impresionantemente apetecible.
Como en casi todo, en esto también había tradición “Empanadera” y Molletera” … Cada artesana no sólo hacía una pieza para consumo propio o familiar. Solían hacerse varias para regalar a la parentela “forastera”, o con menos ganas de “perder la mañana en el horno”, con el “engorro” que suponía ¡¡pobres ellas!! Se perdían una mañana casi festiva –de trabajera pero alegre- elaborando empanadas (la de cada una la mejor y más bonita ¡¡faltaría más!!).
Tanto las grandes como las pequeñas, se adornaban poniendo en lo alto, tiras de masa haciendo formas, flores o la letra inicial del nombre del destinatario.
Muchas empanadas y molletes viajaban por aquellos días hasta los puntos de España donde habían (habíamos) “alaejanos ausentes”, para que pudiéramos disfrutar el día de San Isidro tan exquisito manjar.
En casa de mis padres, nunca faltó la empanada que enviaba mi abuela, y otras “para los niños”. Riquísimas elaboradas y enviadas por mi añorada tía Demetria y más tarde, cuando me había casado, en mi casa, mi tía María Perlines aún me sigue regalando empanadas para la fecha. (Me las regaló hasta que falleció).
Con una prima de mi madre, pasé ratos inolvidables en el horno haciendo mis propias empanadas, durante los últimos años en que aún se podían cocer en el horno de leña del panadero… en realidad ella las hacía, yo sólo bulto, fotos y vídeo.
Las actuales empanadas las elaboran en el mismo horno antes mencionado conocido popularmente como “los Ramones”, aunque es la “Panadería Mangas”.
En sabor es lo más parecido y que más recuerda a aquellas antañonas, que seguimos degustando y nos hacen recordar aquellas elaboradas por nuestras abuelas y tías.
Se da la circunstancia que estas recetas de empanada no salen tan buenas ni tan ricas, en hornos caseros, como en horno panadero… Mientras podamos, seguiremos acudiendo al horno a por la rica empanada típica de San Isidro.
Espero que os haya gustado el reportaje fotográfico, ya que el olor y el placer de degustarlas fue nuestro.