LA INFANTA IMPUTADA… QUÉ PUTADA
07-01-2014
Siempre oímos comentar que una de las hijas del rey
era “menos lista” que la otra. Ahora por fin entendemos quién de las dos era la
guapa.
No pretendo abrir debate sobre si o no a la monarquía
o cualquier otra forma de gobierno o vida en mi país, pero cuando se nos toca
la cartera a la altura de la ingle, en forma tan clara y descarada; el rebote
es inevitable.
Si esta señora que ha ejercido de tonta al declarar
que no sabía nada de lo que hacía su amado esposo, ahora resulta que como bien
sabíamos ni era la tonta, ni la guapa; si ahora resultase que no sólo sabía,
sino que además era socia –o “compliza”- en los negocios poco plausibles del
yerno del rey; pues señores, que dando ejemplo a todos y cada uno de los
españoles con cuyos impuestos pagamos sus vidas -todo menos austeras-, pague
como pagó “El Lute” por robar una gallina… Con la ley en la mano eso sí; porque
si es de ley ser honesto y no meter la mano donde otro engorda su marrano; con
infinitamente más razón debe de cumplir la ley quien luce diamantes sobre la
testa y comete actos de plebeya.
De ser cierto el delito que se le imputa, no lo hizo
guiada por el hambre o la penuria, ni la exime la culpa de –ejemplo- por
encontrarse en paro, tener que robar para dar de comer a sus augustos hijos.
La presunción no permite afirmar que la guio la codicia
al llevarse a manos llenas lo que otros cotizan con esfuerzo porque verdaderamente
lo necesitan para comer y por cumplir con su deber y no verse señalados como
defraudadores; pagan céntimo a céntimo esos impuestos con los que se le paga el
sueldo de infanta. Sueldo que no pareció resultar suficiente para esta
honorable pareja, que ahora además acusan al mundo de no dejarles vivir
tranquilos.
Nos bombardean con “Hacienda somos todos”; aunque la
frase es mucho más larga: “Hacienda somos todos los que honradamente
contribuimos cada año con lo poco que tenemos para que los que más tienen
puedan defraudar sin duelo”.
Quien debió dar ejemplo de honradez y todo apunta a
que no lo hizo, aún está a tiempo de rectificar.
No se quedaría descalza si devuelve hasta el último céntimo. Con ello en cambio
ganaría algo que vale más que el dinero… El honor.
Ahora piden respeto
para poder llevar una vida tranquila sin que sus hijos sufran… No pensaron en
ellos cuando nos daban su mejor sonrisa en fotos oficiales mientras se nos reían
en propia cara.
Sus hijos nacieron con apellidos respetables y
respetados; si a ese apellido ahora le pudiera llegar a escurrir el lodo; ellos
mismos tienen en sus manos la bayeta con que limpiarlo.
Es imposible que una corona pese tanto como para
impedir agachar la cabeza a quien la porta pidiendo perdón si cometió delito. Su
orgullo no tiene más valor que el de todos los españoles y el respeto, no viene
por genes o apellido, hay que ganárselo como nos lo ganamos todos.
Esta familia ni me cae bien, ni mal… no me cae
simplemente; pero si alguien ha de caer, que caiga quien sea culpable de sea lo
que sea el delito cometido.
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