Querida nieta: Hace poco más de una semana que disfrutamos de tu presencia en este mundo y hasta hoy no he tenido la tranquilidad mental suficiente para darte la bienvenida por escrito.
Desde que el 14 de febrero nuestros hijos nos comunicaron felices e ilusionados que iban a ser papás, hemos disfrutado con ellos la espera.
Tu madre nos hacía partícipes de cada uno de sus sentimientos, sensaciones y cambios de cuerpo y mente y de cada uno de tus movimientos y pataditas desde el mismo momento en que empezó a sentirte dentro.
He revivido junto a mi hija –tu mamá- momentos que una madre nunca olvida; sentirlos de nuevo casi como propios, hizo crecer lazos irrompibles entre tú y yo.
Imaginaba que ser abuela sería algo precioso, especial, el regalo que merecía mi madurez como madre, aunque jamás pensé que sería tan maravillosamente hermoso.
Fue duro ver a mi Cecilia con los lógicos sufrimientos de parto, pero saber que mi mano estaba dándole la fuerza necesaria para afrontarlos, aplacaba mi dolor de madre que no puede hacer nada más para aliviar el de su querida hija.
Los pocos minutos de espera a la puerta del paritorio se nos hicieron eternos a tus dos tías, abuelo, tío Víctor y a mí.
Escuchar tu llanto fue la mejor melodía que he escuchado en años y verte salir en brazos de la matrona junto a tu emocionado papá que estuvo presente en el momento de tu alumbramiento, fue el mejor de los momentos vividos en toda mi existencia, aunque me quedaba el mejor por vivir, tenerte por primera vez en brazos para ponerte en los de tu mamá que pletórica de felicidad te ofrecía por primera vez su pecho para alimentarte.
Desde el mismo momento del ingreso en el hospital hasta que saliste por la puerta en brazos de tus emocionados papás, no me separé de vosotros más que lo imprescindible y sólo por pocos minutos. No permití que nadie me sustituyera para confortar a tu madre y ayudar a tu padre en la primera vez que cambió tu pañal; como buen militar, aprendió rápido y enseguida te manejaba con soltura y sin temor, como si lo hubiera hecho “toda la vida”.
Casi me pegué a tu cuna para no perderme ni una sola de tus muecas y velar la placidez de tu sueño inventando cuentos y cantándote mentalmente canciones que sólo escuchamos tú y yo.
Soñé muchas veces con verte en brazos de tu mamita, por eso no pude resistirme a fotografiar el momento.
Lucía, mi preciosa nieta, la luz de tu nombre iluminará mi camino, el de tus padres, tías Laura e Irene, tío Víctor, abuelo Jose, bisabuelos, tío-abuelos y todos cuantos se han alegrado con tu llegada.
Bienvenida a este mundo que te verá crecer y ser feliz. Bienvenida a mi casa, bienvenida a mi vida y bienvenida a la felicidad que me has regalado tan sólo con tu llegada. Te quiero pequeña.
Tu abuela Marisa
11 comentarios:
Muy fuerte Maria, muy fuerte y sin palabras.
Gracias por todo... seguiremos informando, aunque quizás debería decir ¡¡Seguiremos babeando!!
Besazos para toda tu familia
Marisa
¡Que letras mas emotivas!.Con ellas me has recordado el momento en el que nacieron los mios y la cara, comentarios y lagrimillas de mi madre.
Besitos para todos, en especial para Lucía.
Inma.
P.D. La primera foto es tal y como me imaginé ese momento.
Esto es muy fuerte Inma.
Se vive con más intensidad que el nacimiento de los propios hijos, porque ahora, ni tengo puntos, ni me sube la leche, ni tengo las lógicas molestias de recién parida, y además puedo compartir mi experiencia para ayudar a los nuevos papás en este momento tan dulce y tan complicado de tener en casa un bebé tan pequeñito y que por mucha teoría que les hayan enseñado en las clases de pre-parto, ahora se dan cuenta, que teoría y practica, en estos casos no es tan pareja.
La niña es un cielo, que sólo come y duerme... y utiliza pañales jejeje
Besazos wapa... wapos
Mi querida Marisa, me uno a tu celebración, y te envío mis más efusivas felicitaciones por esto.
Un abrazo, y que la vida os colme de buenas noticias.
Muchas gracias Castro.
Espero que esas buenas noticias sigan llegando, te aseguro que además de desearos lo mismo, compartiré mi felicidad con todos vosotros.
Besazos de esta abuela chocha
YA SABES QUE ESPERABA ANSIOSA ESTA CARTA, Y QUE ME HA EMOCIONADO TANTISIMO COMO LA QUE ESCRIBISTE AQUEL 19 DE OCTUBRE A MI PEQUEÑA ANDREA Y QUE TENGO GUARDADITA COMO ORO EN PAÑO PARA ELLA.
MUCHAS FELICIDADES POR NUESTRA LUCIA TAN PRECIOSA, Y A DISFRUTAR CADA MILESIMA DE SEGUNDO QUE EL TIEMPO CORRE MUY RAPIDO
ENHORABUENA
Gracias familia.
Recuerdo que la carta para Andrea la escribí en el coche, justo al bajar de verla en la residencia, cuando tan sólo tenía unas horitas de vida.
Me alegro que la guardes con tanto cariño como el que os tenemos (sobre todo a la princesita Andrea).
Mil besos y gracias por vuestra cariñosa felicitación.
Para mi Andrea millones de achuchones.
La Abuela Marisa
¡¡¡PRECIOSA!!!, es el adjetivo que define para mí todo ya que no hay adjetivo en el mundo para describir tantos sentimientos encontrados. PRECIOSA, Lucía, PRECIOSOS sus padres, PRECIOSA la ternura de su abuela, sus tíos. En fin..., indescriptible..., de verdad.
GRACIAS MILES, por hacernos a todos participes de tu llegada Lucía, y GRACIAS MILES, por tu familia, por que son GRANDES...
¡GRACIAS POR EXISTIR!
Me alegro mucho Marisa ¡es preciosa! ya veras la satisfación de ser abuela, yo estoy encantada, disfruto ni te lo puedes imaginar, ver como te quieren ellos; yo con el de Laura que tiene año y medio y ya cuando me ve viene corriendo con los brazos abiertos a darme un abrazo, ¡se me abre el alma de satisfación!
No sabia que se ivan a llevar tan poquito el de Raquel y la de Cecilia; lo dicho, disfrutarla todos mucho y un beso para la abuela y la mamá.
Gaditana, tú siempre tan cariñosa; como bien sabes, siempre estás a nuestro ladito.
Besazos wapísima
¡¡Que de tiempo Marialuz!!
Ahora es cuando me doy cuenta de lo que verdaderamente se siente al ser abuela y como bien dices, "se llena el alma".
Dales un montón de besos a los tuyos cuando les veas, también d parte de Pili que finalmente no hubo tiempo de vernos en vacaciones.
Un abrazo y tendremos que quedar una mañana aunque sea sin ella para babear de nietos y luego se lo contamos jeje.
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