Hay momentos duros en la
vida, como por ejemplo esos en los que angustiosamente piensas ¿Por qué en mi
casa sólo instalaron un wáter?
Te haces la pregunta
mientras quien tuvo más suerte que tú y encontró libre ese único habitáculo,
hace uso de él, para cuando tú tengas que utilizarlo, huela no precisamente a rosas…
tal como tú mismo lo dejas segundos después para el siguiente que llegue.
Otros durísimos momentos son
aquellos en los que por no mandar muy lejos a tu interlocutor, callas más
impotente que resignada… pero piensas, piensas, piensas y vuelves a pensar lo
duro que es no tener un wáter cerca… o una montera para ponértela como mundo y
decir, decir, decir y volver a decir ¡Qué agustito me he quedado!! ¡¡Y sin
esperar turno!!
1 comentario:
jajajajajajaja
Escatólogica y un poco hasta el ojal (de la yesca) de tantas algunas gentes sin ganas más que de tocas los Webs.
Besazos guapísima!!!!
Nunca dejes de escribir en tu blog por favor!!!!
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