GRAN CANARIA – HOTEL GLORIA PALACE AMADORES -18 AL 24 JUNIO-2013-

Fotografía tomada desde el catamarán en el que navegamos al cercano Puerto de Mogán

Para quienes estamos acostumbradas –y felices- de cada día preparar la comida no sólo para una misma; de decidir nuevo y variado menú pensando en agradar a los comensales; para quienes somos felices con ese cometido y tantos o tantísimos otros en los que empleamos la cotidianeidad de nuestra vida; pasar una semanita con una pulsera en la muñeca que nos da derecho a que nos lo den “todo hecho”; no tiene sólo el precio que se paga en la agencia donde contratas el viaje.

Salvo para realizar algunas excursiones de fin de semana, hacía años que no vacacionaba más que en Alaejos coincidiendo con las fiestas patronales, y en menos de un año he tenido la suerte de viajar en tres ocasiones invitada por mi hija pequeña. Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria fueron los destinos elegidos.

Como digo, hemos estado al ladito del mar disfrutando además –sobre todo en este viaje– de magníficas puestas de sol y temperatura veraniega cuando en la  península no parece que el verano quiera aparecer con intención de quedarse; o en Lanzarote el pasado Noviembre y mientras nos bañábamos al sol, adornaban calles y establecimientos para las fiestas navideñas, con Papá Noé casi en paños menores mientras  la península era azotada por una ola de frío.

Hoy hace exactamente ocho días que regresamos de haber pasado una semana en la isla de Gran Canaria, concretamente en la zona de Puerto Rico y más concretamente en la de “Amadores”; alojadas en el magnífico hotel “Gloria Palace Amadores”.

Felices estuvimos el pasado julio de 2012 en el estupendo complejo hotelero de Fuerteventura “Barceló Jandía Mar”. Y felices en noviembre en el lanzaroteño “Beatriz playa & Spa” bonito complejo no tan bien limpio, ni tan buena comida, ni exquisitamente tratadas, a excepción de Rolando, jefe de camareros, que fue muy amable en todo momento.

Pudiendo comparar  y aunque cada uno de los tres tuvo su particular encanto, sin lugar a ninguna duda, “Gloria Palace Amadores” ha sido el mejor con diferencia.

Desde el mismo momento en que cansadas del viaje pusimos un pie en las instalaciones, por parte del personal nunca nos faltó una sonrisa, trato exquisito y amable; amplísimas habitaciones además de limpias, cómodas y acogedoras… Varias salas y rincones con sofás o sillones donde poder pasar un rato agradable, ascensores interiores o panorámicos que llevaban hasta el paseo que llega hasta las dos playas cercanas: la de Puerto Rico, de arena negra y pedruscos y la de Amadores, artificial, de arena clarita y agua transparente.

VISTAS DESDE NUESTRA HABITACIÓN

Las instalaciones verdaderamente bonitas –al parecer el arquitecto se inspiró en Gaudí a la hora de diseñarlo- está situado sobre un acantilado, las vistas al mar eran impresionantes desde los salones, comedor, las dos piscinas, la thalasso… Había varios soláriums al aire libre; una preciosidad envuelta en todo lujo de detalles y atenciones por parte del numeroso  personal que nos hicieron una estancia confortable y cortísima. No queríamos que se acabaran nunca los ocho días contratados.

Se hace corta una semana, pero volver a achuchar a mi nieta y abrazar a los amores que dejé al partir, tienen el elevado precio de volver a la rutina.

Atrás quedan bonitos recuerdos e imágenes tatuadas en la mente de días vividos sin preocuparnos más que de respirar o hacer –más o menos- lo que nos diera la gana.

Llegar a la vida cotidiana, es también volver a la rutina, a las alegrías o  los problemas que dejamos aparcados y como esta es nuestra vida; pues felizmente regresamos a la vida.