POR QUÉ NO HE IDO “ESTOS DÍAS” AL CEMENTERIO 2-Noviembre-2011
No acostumbro -y seguramente ésta será la última vez que lo haga- a dar explicaciones de mis actos.
Hoy lo haré para que nadie piense que no le tengo respeto a mi padre, que le he olvidado demasiado pronto y porque no quiero que mi madre sufra innecesariamente y hace un rato me dijo que “estos días” está sintiendo vergüenza ajena cuando le preguntan en el pueblo si voy a ir al cementerio y tiene que contestar que no.
No busco el apoyo, igual que no busqué estar en boca de todos, como al parecer –y según mi madre- estoy. Sólo quiero callar esas bocas y si puede ser para siempre mucho mejor.
Tampoco pretendo que me den o quiten la razón quienes estén leyendo esto, simplemente ruego que si alguien tiene alguna duda o pregunta sobre mí, que me la haga a mí, porque de mí misma, nadie tiene mejor respuesta para dar que yo y la daré si lo estimo oportuno. Los que me juzgan sin conocerme no me merecen la pena.
Como a todos los que os importa en algo mi vida sabéis, el pasado 5 de mayo perdí a mi padre; pues bien, nadie me ha visto llorar desde entonces y eso parece que me condena –cosa que me importa muy poco-, pues los juzgadores ni me conocen, ni falta que les hace; por cualquier cosa se me condena y punto ¿Por qué? Eso quisiera yo saber… o no.
Si tengo que llorar por mi padre lo hago en privado y seguramente de emoción al hablar de él recordando todas las cosas buenas que viví a su lado, momentos inolvidables que nunca volverán; desterrando los malos ratos, porque recordar lo malo, es hacerse daño inútilmente y sobretodo hacérselo a él, porque sufrirá si me ve sufrir por su ausencia.
¿Qué estoy loca? ¿Qué te hace pensar que el loco no eres tú?
He crecido oyendo a mi padre decir que el día que muriera no se gastara para él ni un duro en flores ni en misas; siempre le dije “tranquilo, yo lo haré”; ahora lo único que estoy haciendo es respetar su voluntad y honrar su memoria todos los días, aunque no sea en público o porque lo indica la fecha de un calendario.
Pienso en mi padre, le quiero, le admiro, le hablo todos los días, creo que ese es el mayor respeto que puedo demostrarle únicamente a él que es quien se ha ido y por quien se supone que debería hacer lo que ni hago ni haré.
Mi padre de alguna manera odiaba el “qué dirán”, los convencionalismos y los “Porque sí” y también en eso creo que me parezco a él, porque en mi vida actúo por convicción no para fastidiar a nadie. Así me quería él y se sentía muy orgulloso de mí; lo sé porque me lo decía siempre mirándome a los ojos.
Respeto las decisiones de los demás. A nadie le exijo, le pido, le ruego o le conmino a hacer lo que yo hago; a pensar lo que yo pienso, a actuar como actúo, esto es: en consecuencia con lo que pienso y siento. ¿Es mucho pedir el mismo respeto para conmigo?
¿Demostraría más amor hacia mi padre si fuera a llorar a su tumba para que me vieran? ¿Volvería a verle si fuera a misa cada día? ¿Le valdría de algo gastarme un dineral en flores? ¿Quiero menos a mi padre por pensar y sentir así? No me considero tan monstruo por pensar que para su descanso es mucho mejor sentirle cerca y recordarle de forma bonita y positiva todos los días de mi vida y no solamente el 1 de noviembre.
A causa de su enfermedad senil, siento la ausencia física de mi padre desde mucho antes de su partida, no necesariamente tengo la obligación de llorarlo una vez al año públicamente en el cementerio porque todo el mundo lo hace con los que se van, pero sí respeto a quien lo hace, no les critico por ello.
Querida madre: tienes muchos motivos para sentirte orgullosa de mí, piensa en ellos y disfrútalos; no sufras por tonterías cuando en esta vida hay mucho importante por lo que sufrir o de lo que alegrarse. No veas siempre la vida del único color que te hace daño habiendo un arcoíris para elegir otros que te harían vivir feliz.
2 comentarios:
Hola Marisa
Me ha parecido muy coherente tu forma de pensar y de actuar. Te felicito por saber actuar con el corazón y desde el respeto y el amor.
Saludos.
Muchas gracias por tu opinión.
Saludos
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