viernes, 27 de abril de 2012

EN LA SALA DE ESPERA DEL DENTISTA


Ayer colgué esta crónica y hoy al releerla quiero aclarar una cosa:
Pese a lo que pudiera parecer, pese a que es una historia un tanto surrealista, todo cuanto he relatado es cierto. Lo he contado a grosso modo, obviando detalles que alargarían la crónica en demasía y no son importantes para el desarrollo de la misma.
Aclaro de antemano que jamás me burlaría de un enfermo –en este caso de artrosis- Enfermedad que padezco en grado muy avanzado para mi edad y cuando llegue a la de ese señor, quizás esté físicamente peor que él.
El dicho señor –al que por educación jamás tuteé- no daba muestras de tener mal su estado mental, era simplemente un patoso al que no le aguanté la patosería.
Odio la mentira y no soporto a quienes mienten por sistema, porque me parecen tan patéticos como el “protagonista” de mi crónica; historia de la que no cambié una coma, la escribí tal como la viví.
Como bien dijo mi amigo Rafa, “Con lo bien que escribes, te prefiero como amiga y no como enemiga”.

EN  LA SALA DE ESPERA DEL DENTISTA  -26-04-2012-

Esta mañana tuve que ir al dentista. Llegué a una sala de espera con cinco esperantes. Di los buenos días y me senté a esperar que la espera no fuera larga.
Entre esas cinco personas había un señor de pelo cano que hablaba con grandes voces, haciendo pretendidas gracias que eran pacientemente  apostilladas –notándose que no les hacía ninguna- por dos de  esos esperantes.
Por lo que dijo, conduce un vehículo y se quejaba de que le hubieran puesto una multa porque aparcó donde no debía; otra señora le contestó al respecto y luego continuó diciendo tonterías. Yo ni caso.
De pronto se dirigió a mí –que seguía calladita y sin dar señales de vida- y dijo:
-       ¡Mírala, que cantidad de anillos lleva!
-       (Yo silencio)
-       ¡La digo a usté! ¡Que tiene muchos anillos!
-       ¡¡Y porque no tengo más dedos, si no, más me pondría!! –Dije sonriendo forzadamente, mientras las otras personas reían.
La señora que se sentaba a su lado dijo: “No lleva tantos”, y el meticón insistió:
-       Como le des a uno un golpe, le haces daño.
-       -Fingida sonrisa- Por eso los llevo, para partirle la cara a quien diga algo que me moleste.
(Risas de los ocupantes de la sala de espera)

No pareció importarle mi “amenaza” y continuó dando el coñazo a todos cuantos seguíamos allí sin poder huir ni mandarle “educadamente” al diablo; empecinado en mis anillos -4 para 10 dedos-

-       ¡Pues son bien grandes!... ¡Como tú, que eres bien grande, por no decir gorda! –dijo el insolente tuteándome-.
-       ¡Vaya! –dije sonriendo de nuevo forzadamente- Menos mal que no lo ha dicho, porque si no hubiera tenido que decirle ¿Gorda yo? ¡¡Y tú Puta!!
(Más risas de mis compañeros de espera).
-       ¡Ya decía yo que no te lo quería decir porque no te ibas a quedar callada!
(Silencio mío con sonrisa absolutamente falsa). Tras unos segundos de silencio vuelve a dirigirse a mí… ¿Qué había hecho yo para merecerlo?
-       Me llamo… (Nombre y apellidos)
-       ¡Qué bien! ¡Yo no! -dije irónica.
-       Pero me llaman “Pecholobo”.
-       (Silencio)
-       Me llaman “Pecholobo” por lo fuerte. Voy por la calle y todos  “Pecholobo”, “Pecholobo”.
-       ¿Sí? ¿Y le llaman? Yo me cruzaría de acera por no verle.
(Risas de los otros)
-       Vivo en... (Nombre del pueblo que ni recuerdo)
-       ¡Qué bien! ¡Bueno es saberlo para no ir por no cruzarme con usted!
(Risas otra vez)

De pronto escuchó su nombre y trabajosamente intentó levantarse, pero parecía estar pegado al asiento; se ve que la artrosis es sorda y por eso aguanta a su lado.
Pidió ayuda porque era incapaz de hacerlo solo y ya sin ayuda cruzó lentamente la sala de espera para dirigirse a la puerta y entonces tomando por primera vez la iniciativa de dirigirme a él dije:
    
-       Pues con lo fuerte y vigoroso que se le ve a usted, es un peligro al volante… ¿Pecholobo? Ahora ni “Pechomirlo”…

Cuando por fin abandonó la sala de espera, las otras personas me dijeron que vaya personaje, que no debería haberme dicho lo que me decía, y se alegraban de que gracias a mi sentido del humor le hubiera puesto en su sitio.

Verdaderamente tengo mucho sentido del humor y afortunadamente mucha educación; que una cosa es humor y otra la desfachatez de quien se cree gracioso y es patético.

¡¡Que le vaya bien señor patán!! Tengo la seguridad de jamás cruzarme en su camino. Me quedo con mi gordura hipotiroidea, quédese con su idiotez; lo suyo es mucho más feo y grave. Las enfermedades pueden tener cura, con la imbecilidad tendrá que cargar el resto de su vida.

sábado, 14 de abril de 2012

EL SEBO Y EL MÚSICO CARTERO


¡¡¡Qué cerquita estáis de Ella ahora!!!
Esta tarde se presenta en el teatro municipal de Alaejos la revista y temporada 2012 del Club Cicloturista al que sabéis pertenezco en alma, aunque no tanto en cuerpo sobre una bici.
A falta de crónicas de excursiones, para dicha revista he escrito a modo de recuerdo emocionado, esta, dedicada con todo mi corazón a dos de las –para mí-  importantes personas que se nos fueron en 2011.
No he querido publicarla antes en este Blog, hasta que la revista no estuviera en la calle.
Espero que os guste.

EL SEBO Y EL MÚSICO CARTERO  28-03-2012

Como no pude ir a la excursión del año pasado y no tenía la crónica que siempre me gusta dejaros en la revista de club, me he permitido enviar esta a modo de recordatorio y homenaje a dos personas nacidas en Alaejos y que se nos fueron el pasado 2011: mí querido padre Antonio “El sebo” y Manolo “El músico” o “El cartero”, que de las dos formas era conocido y querido este insigne alejano.

El señor Manolo”, siempre con su amplia sonrisa”, recorría el pueblo cargando con la valija de Correos y”, aunque en el sobre las señas fueran confusas, siempre supo en qué mano entregar certeramente la carta o el paquete. Debido a este trabajo, conocía perfectamente a cada uno de sus paisanos; por eso, acudíamos a él para preguntarle “quién era quien” cuando teníamos necesidad de saberlo. Quienes alguna vez organizamos reuniones de quintos, sabemos bien, a qué me refiero; con la lista de “Nacidos tal o cual año”, acudíamos al señor Manolo y enseguida salíamos con la lista resuelta.

En Alaejos ¿quién no ha bailado alguna vez al ritmo de “Los trompas” o “Ritmo 80”? ¿Quién no recuerda el son de la orquesta durante las fiestas? ¿Quién no añora la plaza de palos y el baile entre toro y toro? ¿Quién no recuerda con entusiasmo “LA DIANA”? No había boda, Casita, Semana Santa, Corpus, Carnaval… donde no sonara la música de esta querida orquesta…”, pero sobre todo nadie tocaba –ni toca- el baile de la Virgen como lo hacía Manolo. Desde que se jubiló y tuvo que dejar de tocar, la charambita no suena igual.  Ese baile querido cada 10 de mayo y 8 de septiembre durante la romería en la pradera ya no es lo mismo.

Le echaremos de menos, señor Manolo. Le recordaremos siempre, buen hombre, buena persona..., buen alejano.

* * *
Todos  pensamos que nuestro padre es el mejor del mundo. El mío, verdaderamente lo fue. Un hombre maravilloso.

Pocas personas de mi edad pueden presumir de haber jugado con su padre tanto como jugué yo con el mío que, aunque de carácter recto y fuerte, supo educarnos a mi hermano y a mí con mano dura y corazón blando. Jugando me enseñó a contar y a tener agilidad mental y de reflejos. Sin necesidad de gimnasio, mi padre era el más fuerte y musculoso domando el hierro y haciendo filigranas con el martillo sobre la bigornia; y de “subirme una cuesta” y llevarme sobre sus hombros largo rato, bailar conmigo “a lo bajito” o ser mi rey mago.

En muchos pueblos y ciudades españolas continúan guardando casas y haciendas los enrejados y verjas; o luciendo las balconeras y múltiples objetos ornamentales de  hierro que mi padre forjó y moldeó. Allá donde fue a trabajar dejó huella de fuerza y nobleza, regando de amigos su paso por la vida.

En mí dejó impreso el carácter, el amor de padre y, aunque le siento muy cerca, extraño su mirada, su sonrisa, sus caricias, sus “te quiero” y su orgullo al mirarme y hacerme sentir especial.

Descansen en paz estas dos buenas personas y todos los alejanos que nos dijeron adiós.

viernes, 6 de abril de 2012

NEVADA EN VIERNES SANTO

NEVADA EN VIERNES SANTO -06-04-2012-
 
Me hallaba arropadita en mi cama en brazos de Morfeo “quitada de la pena” que diría mi querido yayo Félix; casi recién acostada porque estuve viendo en Andalucía TV las procesiones de las dos Esperanzas: Macarena y Trianera; cuando a las nueve de la mañana, mi marido me saca del pesado sueño, me dice que está nevando y que si quiero levantarme a verlo.
Como una niña pequeña y los ojos pegados de sueño, me asomo a la ventana cámara de fotos en ristre para ver esos copos de nieve como pañuelos de moco cubriendo mi ciudad y esos “primeros brotes” que veo ateridos y extrañados como diciendo: “¡Pa esto broto yo!”

¡¡Está nevandooooooooooo!! Esto, aparte de ser noticia en Valladolid por lo poco habitual; lo es mucho más por la fecha en que estamos, concretamente Viernes Santo y en plena primavera, tras un invierno seco sequísimo, el tiempo nos regala preciosas estampas navideñas y dolores de huesos por el cambio tan brusco de temperatura.

Si hubiera dejado de nevar, a medio día estará en la plaza Mayor el sermón de las siete palabras, muy famoso aquí y que dejaría maravillosas e inusuales imágenes de capuchones y cristos con un fondo nevado… y manolas con abrigo, bufanda y gorro en vez de mantilla y guantes de encaje.

Gracias a esta nevada, estoy viendo en directo, el regreso, la llegada a sus templos de las mismas imágenes que anoche me mantuvieron frente al mismo canal de televisión hasta bien entrada la madrugada. Regresan tres horas antes de lo previsto acortando itinerario y “madrugá” para evitar que les coja en la calle la copiosa lluvia que esperan inminentemente; aunque en estos momentos tras una fría noche de tres graditos de temperatura, en Sevilla luce un cielo azul y sol espléndido pese a esa previsión que les hace regresar apresuradamente a sus barrios.
Imagino lo costoso que debe ser para los costaleros llevar el paso a “paso” apretadito y seguramente dando gracias de poder hacerlo puesto que el año pasado no pudieron salir por las mismas inclemencias climatológicas que parecen esperar la llegada de la santa semana para descargar el agua que en invierno se guarda.

Me es extraño, con paisaje nevado, escuchar los magníficos sones de Semana Santa sevillana en vez de Villancicos.
¡¡En fin!! Un año más el tiempo está loco perdido. Anoche no salió la procesión en Alaejos por copiosa lluvia ni en Valladolid por calabobos; hoy, imagino si esto sigue así, por segundo año consecutivo no saldrá la hermosísima procesión de “La Sagrada Pasión del Señor”, que tantos visitantes atrae a nuestro Valladolid y que hoy en vez de las imágenes policromadas y semanasantiles, llevarán en sus retinas y en sus tarjetas digitales, un precioso Valladolid nevado en primavera.



BIENVENIDOS...

... A este Blog creado para difundir noticias e historias de mi pueblo. Espero que encontréis aquí lo que andabais buscando. Si no es así y creéis que puedo ayudaros a conseguirlo, dejad la pregunta en un comentario, y a la mayor brevedad será atendido. Gracias por venir.